La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0153

La verdad no me importa, pero supongo que ustedes deberán

buscarse un nuevo abogado para que les ayude con ese problema. – mencionó el oficial – bueno ya les di la noticia así que ya pueden

seguir con lo suyo, imaginando su libertad

vuelta para alejarse y dejarlos de nuevo solos.

declaró dando media

Ellos estaban furiosos, ese policía solo fue a humillarlos y molestarlos con esta noticia.

– ESE IMBECIL HIJO DE PERRA… ¿NI SIQUIERA ESO PUDO HACER

con SUS D

BIEN? Federico golpeó los barrotes – ¿qué tan difícil era hacer que la muda firmará? dios… no debí confiar en un pendejo

como ese…

– Te dije que no debíamos confiar en ese estúpido de Alejandro.

– Ya está bien mujer… admito que fue mi error, pero no entiendo ¿ cómo lo descubrieron?

– Olvida eso… ahora tenemos un grave problema.

jiste sobre nuestros planes ¿qué pasa si abre la boca y le detective lo que deseábamos hacerle al bastardito de Débora?

allate, él sabe que no debe hablar o le irá peor.

una mueca – bueno ¿y…?

estoy – dijo revolviendo sus cabellos ante la

a conseguir a un nuevo abogado para que nos

+25 BONUS

abogado no puede realizarse

es obvio que nos van a poner de último. momento a un abogado de

que alguien así nos represente porque sería admitir

estamos jodidos… no tenemos nada

eso a mí no me importa, porque TÚ me prometiste que me darías todo y

tus encantos para seducir a un

abra nuestra celda?

soy una cualquiera

burló, pero la felicidad se terminó al recibir

recuerdo que si me operé, fue para

eso lo sé… porque amo ver cómo te

el oído

que estos barrotes desaparecieran para liberar frustraciones… o no sientes lo mismo decía empezando a acariciar de forma descarada el

si lo pones así… supongo

frente a ellos había un guardia con dos bandejas de

el suelo antes de girarse

ver cómo les trataban, pero ignoraban su orgullo y tomaban esas bandejas con un puré de color

escondido y

volvieron a juntar

Federico dejando notar

están pasando mal – dijo una voz distorsionada

de la

– ¿Quién eres…?

la sabes, porque te dije

Vox… – susurró