La Venganza de la Esposa Muda

Capítulo 0219

Aja, miren – indicó emocionado abriendo la caja y sacando una bolsa de bloques de construcción grandes.

–

Waaa… – James estaba emocionado al ver todos esos colores brillantes.

-Espera… ¿toda la caja está llena de bloques? – preguntó Débora acercándose a ver el

contenido de la caja, la cual tenía como un metro de altura.

– Aja, de hecho compre unas 20 bolsas – declaró emocionado – porque la idea es hacer un gran

castillo.

– Puff… jaja sí que te emocionaste hijo – indicó Samanta al ver las bolsas de juguetes.

– ¡Si! y ahora vamos a jugar ¿verdad hijo? – declaró buscando abrir una bolsa para tirar el contenido en el suelo.

–

– Un momento en eso Débora le quitó la bolsa de juguetes.

Pero amor…

–

– Aquí en la sala no vamos a hacer un caos de bloques – declaró tomando la caja – va

buscar una habitación especial para jugar con los bloques.

–

Nuuu…

indicó Enrique – mejor jueguen en un

Bueno… supongo que tienen razón – dijo Jayden haciendo

–

– declaró feliz Samanta – vengan, síganme. Todos se miraron entre ellos y la siguieron,

una gran ventana con un

esto? – preguntó Débora, admirando el

espécial

cuarto de Jayden, el cual se convirtió en ese espacio especial de construcciones

vaya no lo

decoraras con tus

+15 BONUS

idea, entonces ¿este lugar será para

podrán tener un desastre de bloques sin

Gracias papás – dijo

unas almohadas para acomodarnos a

sonrió al escucharla y así comenzó a abrir los paquetes para emoción de

tomó a James mientras se sentaban en el

tomó un bloque y comenzó a chupar una de las piezas, la cual a

dijo Jayden mostrándole que

– taran…

eso, donde por emoción trató de tocarla, pero como no midió su fuerza la empujó y derribó, donde el sonido de los bloques provocó su

– Nuuu hijo.

le gusto – indicó divertida la castaña.

hago otra – mencionó el rubio haciendo otra torre, pero

por ahora le

enojaba un poco no poder construir algo diferente, pero escuchar esa risa le hacía

grabarlos para enviarles ese video a Nico y a Guillermo, porque

–

ah… ah…