Capítulo174

El lugar quedo en silencio por un momento y luego estalló en murmullos,

Pensaron que solo estaban asistiendo a una celebración de cumpleaños, ¡pero no esperaban enterarse de un escándalo tan impactante!

Los ojos de Clara se volvieron frios de repente, pero su expresión no mostraba ninguna emoción.

Porque ella lo controlaba todo.

Sin embargo, Rodrigo comenzó a sudar y se apresuró a acercarse a ella.

Su figura alta y robusta irradiaba una energía ardiente que la envolvía, y con una voz preocupada dijo: -Irene…

Clara lo miró, sus ojos curvados como una nueva luna, hermosos y encantadores: -No importa.

El corazón de Rodrigo volvió a latir con fuerza. 2

¿Cómo resistir esa sonrisa? Nadie podía hacerlo.

-Ema, hoy es la celebración del cumpleaños de mi abuelo. Las conversaciones irrelevantes

deberían dejarse para otro día. Además, esto es un asunto personal mio–dijo Alejandro con una

mirada fría y un resentimiento oculto.

-No te preocupes, Alejandro. Fui demasiado impulsiva. Hablé sin pensar–dijo Ema fingiendo

culpa.

Ema sonrió avergonzada, -Principalmente, los invitados que vinieron hoy no conocen a Irene.

Quería presentarla y que todos la conocieran. Aunque ella ya no esté contigo, aunque ya no sea

fue la nuera de nuestra familia Hernández. Incluso si

no puedo permitir que los

si realmente estuviera

a Clara con

Leona estaban radiantes de

solo le estaban diciendo a todos que Irene ya no era

que también confirmaban su relación con

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+15 BONOS

ninguna oportunidad de seducir a

despliega. Creo que aunque nunca me hubiera casado con

y guardó silencio, solo observando los ojos de su exesposa

te sentiste superior al estar casada

Clara resonaron con algunos de los

del campo? Mi abuelo era un granjero y ahora tiene un valor neto de varios

palabras parecen menospreciar a esta

recuerdo que solía

con una campesina!

de color constantemente entre el rojo y

se esperaba que esta revelación de identidad le proporcionara una

habla! ¿Y qué si es una chica del campo? ¡Me encantan las

silencio mientras reia suavemente al

¡en serio, te agradezco

cerca, y un fuego oscuro ardia en su garganta.

hacia el con una sonrisa

en realidad, tía también lo hizo por el bien de

resolverse hablando, ¿no es

con el brazo de su prometida rodeándolo.

las personas se volvieron complicadas una vez más.

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