Capítulo304

Solo en un día la desgracia de la familia Sánchez la había vuelto tema de pasillo en boca de todos.

Todos se burlaban de la familia Sánchez y la llamaban un ejemplo clásico de familia rica pero

problemática.

La madre de Beatriz fue arrestada por los cargos de ser la mente maestra en un caso de intento de

asesinato y complicidad. Aunque no fue condenada a pena de muerte ni cadena perpetua, su

sentencia mínima estaba estimada en veinte años. Ana ya tiene cincuenta años y era poco

probable que saliera de prisión en lo que le quedaba de vida.

Por otro lado, el señor Sánchez también había sufrido de un patatús cono todo lo acontecido.

Debido al caos del momento, se había perdió el momento crucial para el rescate médico, lo que

resultó en una falta de oxígeno en el cerebro, la cual se pudo solucionar a tiempo, pero el daño ya echo ocasiono con el transcurrir de los días una muerte parcial de una pequeña área de tejido en el

cerebelo, lo que ocasiono el momentario estado de coma en el cual se encontraba en el momento.

-Señorita Sánchez, debe estar preparada, es muy probable que su padre… quede en estado

vegetativo, -le comunicó el médico. Beatriz, parada frente a la puerta de la habitación del

hospital, se sintió como si le hubiera caído un rayo, su rostro quedó pálido y sin color.

ΕΙ

esos días, los proveedores y los

presionándolos a cancelar todas ellas, lo que ha dejado a Beatriz tan

por fuera de casa sin atreverse a

un abogado para su madre y buscó tratamiento para su

le quedaban. Por primera vez, experimentó en carne propia

significaba estar miserablemente pobre.

solos a ella, y apenas habían pasado

Celeste la volvió

vestido de gala en el lugar donde había

Cuando

de zapatos negras y se había convertido

harapo

¡¿Cinco veces el

millones?!–Exclamó Beatriz apretando fuertemente el

no me robaron de

dinero y ya lo

se rio burlona. -En nuestro estudio, los vestidos de señora

sociedad. Ni hablar de seis millones, incluso si

podría pagar por ellos. Si piensa que es caro, entonces no debería haber

vestido de la señora

mesero?

tan enojada que casi echaba chispas y no pudo controlar sus

como quiera, pero le doy un plazo de

a la cuenta que figura en el formulario de reclamo.

una demanda en el tribunal

dijo el asistente con desdén, y se marchó después

silla. Al

finalmente, no pudo contenerse más

llorar hasta el cansancio, Beatriz se secó las lágrimas, apretó los dientes y

sola hacia Villa Mar.

tenía una última

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