Capítulo654

¡El repentino regreso de Camila, fue una gran sorpresa para todos los miembros de la familia Pérez!

Leticia, como madre biológica de Camila, era la más emocionalmente controlada y reservada entre las tres esposas. En varias décadas, muy pocas personas la habían visto derramar lágrimas. Cuando vio a su hija, aunque estaba sorprendida y emocionada, solo se le enrojecieron los ojos.

Pero Luz y María, no pudieron contenerse y abrazaron a Camila, las tres mujeres llorando juntas.

-¡Ya está bien! ¿No se han abrazado lo suficiente, chicas?

Julio se colocó de pie a su lado, con un rostro apuesto lleno de arrugas. —¡Ahora me toca a mí!

Luz y María, a regañadientes, soltaron a Camila.

Julio, sin perder tiempo, se lanzó sobre Camila, la abrazó fuertemente y lloró más fuerte que todas

ellas. ¡Hija! ¡Tu padre te ha extrañado mucho! Maldita sea, pensé que habías perdido la

conciencia después de casarte y te olvidaste de tu padre. ¿Pensé que ni siquiera sabias cómo

regresar a casa?

Clara se sorprendió al ver a Julio, que no se avergonzaba de hablar mientras abrazaba a su hija. Por

suerte, estaban todos en la sala de estar y eran familia.

-Papá, ¿cómo podria olvidarte? Estoy aquí para verte- Camila acarició la espalda de su padre

como si calmara a un niño, consolándolo con suavidad. -Anteriormente, estuve muy ocupada.

Octavio Núñez está en un momento crucial de su carrera, y he estado ayudándolo con su campaña

todos los días. Tomé un vuelo, solo porque deseaba verte. Papá, no he sido desobediente, siempre

he estado pensando en ti. ¿No te enfades, por favor? También te traje antigüedades austriacas,

estoy segura de que te encantarán.

Todos sentían tristeza por Camila. En el pasado, desafiando la oposición de su padre, se casó con

Octavio, un congresista austriaco que era diez años mayor que ella. Por ese gran amor, se mudó a

un país extranjero, lejos de su familia y con pocas oportunidades para reunirse con ellos.

la hija de la familia Pérez, brillaría en otro país

carismática. Además de la Reina Consorte

más admirada y querida

igualar. Saber que

finalmente Julio, conteniendo

curiosidad.

me encontré con tu secretario y le entregué los regalos, incluyendo las joyas que preparé para Luz- dijo Camila con

cumpleaños, Luz.

regreso es el mejor regalo para mí-los ojos

emocionales siempre

tu esposo? ¿No trajo ningún regalo? – Julio frunció el ceño, siempre tenía

yerno.

Clara apoyó la cabeza en la mano y miró despectivamente a su

No las subastas ni las donas a museos. ¿Para

quieres?

movió el cuello y frunció

clic con la lengua dos veces.

atreves a decir eso de

barbilla con orgullo. -Solo digo la verdad. Eres un avaro de

la familia rieron ante la

de su trabajo? Ya es tarde,

preguntó Clara.

su reloj de pulso. -Le haré una llamada

arrugas. —¡Ahora me toca a

a regañadientes,

perder tiempo, se lanzó sobre Camila, la

mucho! Maldita sea, pensé que

casarte y te olvidaste de tu padre. ¿Pensé que ni siquiera

regresar a casa?

Julio, que no se avergonzaba de hablar mientras

todos en la sala

Estoy aquí para verte- Camila acarició

si calmara a un niño, consolándolo con suavidad. -Anteriormente, estuve muy

de su carrera, y he estado

los días. Tomé un vuelo, solo porque deseaba verte. Papá, no

enfades,

de que

desafiando la oposición de su

un congresista austriaco que era diez años mayor que ella. Por ese gran amor,

lejos de su familia y con pocas oportunidades para reunirse con

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