Capítulo691

-Clara, ¿qué estás diciendo, dime?

Fernando quedó claramente atónito por las palabras expresadas por Clara, mirándola estupefacto.

-En ese momento, la situación era muy caótica. Los delincuentes nos atacaron de repente, y yo estaba ocupada protegiendo a Luz, sin poder defenderme. Esos delincuentes eran hábiles, y muy sagaces, incluso nuestros guardaespaldas no pudieron detenerlos…

Clara recordó cómo Alejandro se interpuso frente a ella, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza con un bastón. Su mirada se entristeció al instante, su voz se volvió ronca por la opresión en su pecho. -En un momento critico, el Señor Hernández salió corriendo para protegerme. Si no fuera por él, la persona que habría estado dentro, siendo rescatada, hubiera sido

-¡Abuelo…! todo esto es culpa mía. Fui lenta en reaccionar. Golpéame, regáñame. Esta vez, le debo a Alejandro mi vida.

Julio, al ver a su hija tan humilde por el bien del joven de la familia Hernández, sintió un gran dolor en el corazón que sentía como si fuera a salir de su pecho. -Clara…

-Tonta, ¿por qué eres tan tontita, mi hermosa niña?

Fernando, con los ojos llenos de lágrimas, rápidamente levantó a Clara. -Ya sea tú o Alejandro, a ambos me dolerá si uno de ustedes dos resulta herido. Si hubieras sido tú, la que estuvieras

adentro… ¡yo habría llorado aún más tristemente!

-Abuelo… – Clara se conmovió en su corazón, su garganta casi sin voz.

-Clara, Alejandro te salvó de este desastre. No debes sentirte culpable ni castigarte.

El abuelo acarició suavemente la suave cabeza de Clara, su mirada ya envejecida rebosaba ternura hacia ella. Ese mocoso mezquino te trató así durante tres largos años, rompiendo tu corazón. Lo que está sufriendo ahora es lo que merece, es el castigo que debe recibir, por tu sufrimiento. No te preocupes por él, déjalo recibir un golpe para que recupere la claridad en su mente.

que el abuelo solo estaba fingiendo una sonrisa alegre. Después de todo, era su nieto querido, a quien había criado desde pequeño. ¿Cómo no iba a sentir

-Señor Hernández.

con una expresión preocupada. -El señor Hernández

esto, la expresión de Fernando se tomó más sombría.

anunciara aún?

hecho, no les avisé como usted ordenó, pero

puede mantener.

un grupo de

ellos.

se encuentra-Enrique se acercó

preguntando en voz

segundo hijo. Esta vez, al enterarse de

que su vida estaba en peligro, se desesperó por

canas en

cómo Enrique de repente mostraba una preocupación por Alejandro,

ganas de abofetearlo. Sin embargo, solo pudo

Alejandro! ¡Alejandro!

hizo una mueca de repulsión mientras

llamando a los espíritus? -Fernando se levantó

ver a la

de buen

¿Cómo está Alejandro?

están tratando de salvarlo. No sirve de nada

siéntate y espera.

que mi hijo terminó de esta manera,por proteger a tu hija. ¿Cómo me vas

esto? – Enrique dio un paso hacia adelante y se enfrentó a Julio. Si no fuera

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