Capitulo796

Clara, con la mente perturbada, condujo a toda velocidad de regreso a su mansión en México. Originalmente iba para tratar asuntos con Ema, pero en el camino de regreso, todo lo que en realidad ocupaba su mente, eran las imágenes de Alejandro presionándola contra la pared.

La mirada ardiente y apasionada de ese hombre la observaba fijamente, y su propio reflejo en sus ojos almendrados, parecia oscuro y melancólico. Habia rabia, impotencia y desorden en su hermosa expresión, y no podia quitarsela de la mente. Sus dedos que sostenian el volante se pusieron rigidos y se sintieron hormigueantes, como si una corriente eléctrica los recorriera.

Esa mirada claramente mostraba un amor desbordante.

Pero él, en secreto, había estado en el hotel con Jimena.

Clara salió del coche con una expresión apagada y vio a Diego, Victor y Aarón, tres grandes hombres, esperándola en la puerta de la mansión.

-¡Clara!

-Diego, Victor, Aarón. ¿Por qué todos están aquí esperándome? – Clara preguntó, tratando de parecer

sorprendida.

te ocurrió ir sola a ese lugar?– Diego suspiró con preocupación y la abrazó por los hombros. – Luego o

deberias

está presente?

tono de labios carmesi.

en su corazón, y

broma no tiene gracia alguna,

tiempo, sufri injusticias en la familia Hernández debido a él; y me llevé la peor parte. El nunca habló en mi defensa. Ahora ni siquiera somos desconocidos, ¿por qué

defenderme?

Es cierto, hermano

de

e cerco con las manos en los bolsillos y

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no le gustaba Clara al principio, Clara fue su elección, su esposa, por lo que tenía

enredarse con

no sé

esa maldita hermana de

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