111 Hombre sin vergüenza

En el Edificio Quantum Capital.

-Achooo….

De repente, Bella estornudó en el momento en que entró en el vestíbulo de su oficina.

-¿Te resfriaste? -Leo, que la estaba esperando, se sorprendió con su estornudo.

Bella sacudió levemente la cabeza. -No. Estoy sana… Pero, supongo que alguien estuvo hablando de mí. Sonrió al ver a Leo reír.

-¿Cómo puedes creer algo así?

-Vaya… Parece que trabajar demasiado, hasta el punto de hacer que tu humor te abandone -dijo Bella mientras se alejaba del ascensor ejecutivo.

-¿Bella, olvidaste el ascensor? ¿Por qué caminas en esa dirección? -preguntó Leo, confundido. Pero aún así se apresuró a seguir su paso.

-¡Necesito café, de acuerdo! -Bella lo miró de reojo mientras se dirigía a la famosa franquicia de cafeterías en la esquina, Moon Coffee.

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O

E:

111 Hombre sin vergüenza

Se sentía bendecida; había una cafetería en este edificio. Agradecía a quien haya permitido que este Moon Coffee abriera en su edificio.

-Ay dios, ¿aún no has cambiado? ¿Todavía eres adicta al café? -Leo estaba sorprendido. Sacudió la cabeza mientras la seguía para hacer cola en la caja y pedir su

café.

Antes de las nueve de la mañana, Moon Coffee estaba sorprendentemente concurrido, con algunos clientes ocupando casi todas las diez mesas.

Había dos personas delante de ellos, comprando café. Esperaron mientras charlaban.

-Es mejor ser adicto al café que al alcohol, ¿verdad? respondió Bella casualmente mientras miraba su teléfono móvil para revisar algo importante que pudiera leer.

No obstante, su estado de ánimo disminuyó

ligeramente al ver una serie de mensajes de texto de

ien en Nueva York.

-Sí, ¡estoy de acuerdo contigo! -Leo respondió con

una rina licorn

O

<

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Hombre sin

inmersa en la lectura de una serie de textos enviados por

creer que tu ex jefe me esté bombardeando con sus mensajes de texto

vengas hoy. Bueno… en realidad…

quiere? ¿Por qué insiste en que me encargue de esto… -Antes de que Bella pudiera terminar sus

a un hombre corpulento y alto con un traje negro demasiado gran intentando abrirse paso en la cola.

señores, necesito pedir café rápidamente. Por favor, ¿pueden darme prioridad? -Dijo con un tono amable, pero su mirada aguda y exigente hizo que todos lo

alto avanzó una vez más,

12:13

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sin verguenza

repitiendo su súplica.

nueve de la mañana? Todos tenemos prisa, querido. ¡Lárgate! -La dama elegante lo despidió con un gesto de

los dientes de frustración, se abstuvo de causar más confrontación, cauteloso de ofenderla de nuevo. Observó la ropa de marca de la mujer, indicando su posible alto estatus.

pesar de ello, persistió. Necesitaba urgentemente comprar café antes de enfrentar la ira de Laura. Así, continuó avanzando buscando

más la insistencia del hombre

acercaba su turno, Leo observó cómo el hombre corpulento intentaba persuadir a la

Leg susurró

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sin

vergüenza como él en este

-ella respondió, su mirada fija en la mujer que

actitud impolite del hombre. No podía esperar para tener su turno y salir de la cafetería. La próxima vez, le pedirá

tienes razón… -Leo rió, ignorando el alboroto detrás de él. Cuando vio que se

preguntó -¿Deberíamos ofrecerle tu lugar? ¡Yo pu pedir por ti

dijo -Jefa, ¿desde cuándo

-Tal vez tiene prisa porque necesita usar el

baño?

Leo estaba a punto

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sin vergüenza

se

repetiré ya que estoy seguro de

qué? -respondió Leo

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