Mi Exmarido Billonario Me Persigue

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-Una sonrisa tenue adornaba su rostro mientras

murmuraba:

-¡Qué descarado!.

-Mi querida esposa, sé que me escuchaste. Vamos, abre la puerta. Te prometo que no haré nada… Confía en mí, ¿vale? -la persuadió con dulzura, haciendo que Bella quisiera reír.

-Dios mío, ¡Tristan Sinclair! ¿Serías capaz de controlarte si me vieras sin nada que cubriera mi

cuerpo!.

Bella tomó otra profunda respiración antes de responder.

-Tristan, NO: Te creo a ti, pero no a tu hermanito de ahí abajo -dijo en voz casi susurrante, pero Tristan la oyó claramente.

-Jajaja, no te preocupes. He aprendido a controlarlo; sabes lo paciente que soy, ¿verdad? Por favor, abre la puerta, querida… -Bella se reía por dentro. Le costaba creer que él pudiera contenerse después de tantos

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años esperando.

Aún recordaba a Tristan diciéndole que nunca había dormido con nadie más que con ella. Ni siquiera tuvo tiempo de mirar a otras mujeres incluso después de que ella lo dejara. Se sumergió en su trabajo e incluso dormía en el condominio en la planta superior de su

oficina.

-¿Cómo podría Tristan resistirse si me viera ahora?. Al ver su cuerpo suave reflejado en el espejo, sin ningún lienzo, Bella sonrió. Se sentía orgullosa de sí misma ahora. Es madre con un hijo, pero su cuerpo aún parece que estuviera en sus veintitantos.

Logró mantener su cuerpo delgado y en forma después de dar a luz a Dax. Su cuerpo está incluso más tonificado, y tiene los brazos y abdominales más firmes que antes de quedar embarazada.

Sus pechos parecen más firmes ahora que la última vez que Tristan la vio completamente desnuda, un par de noches antes de que enviara al abogado de divorcio. La noche que ella y Tristan hicieron el amor por última vez y concibieron a Dax. De hecho, la última vez que hizo el amor.

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-Bueno, digamos… puedo confiar en él si puede contenerse. Pero, ¿y yo? ¿Puedo contenerme? Ha pasado tanto tiempo… -Bella sacudió levemente la cabeza. No podía confiar en sí misma, especialmente si veía lo que estaba debajo de su estómago. Si lo hubiera visto ahora, probablemente habría tenido una

abandonado su plan:

sentía como si todo un zoológico

lo que

Tristan tal vez lo hacía porque era su deber, pero para ella, era porque lo amaba tanto y cada momento romántico

dejó e intentó enterrar todos los dulces recuerdos con él en la parte más profunda de su corazón, nunca

la puerta si no dices nada, querida -La

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Bella, “..

de baños vacíos allí -dijo Bella, y luego abrió la llave del agua. Necesitaba tomar una ducha fría para enfriar el

cuerpo.

que todavía intentaba convencerla de que abriera la puerta.

de unos segundos, ya no escuchó nada; eso la alivió.

Al poco tiempo,

terminó de ducharse

de su cuerpo.

una toalla envuelta alrededor de la cabeza. No vio a Tristan en

entró en el vestidor y eligió ponerse su conjunto de

tocador, queriendo secar su

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vio el reflejo de Tristan en el espejo, acercándose hacia ella. Se veía guapo, con el cabello todavía ligeramente

de pijama de seda

de las manos de Bella y le ayudó a secar

torpemente.

este secador – dijo Tristan,

solo pudo sonreír para responderle.

si la temperatura es demasiado.

cabello largo de ella y apuntando con la otra mano el

bien,

dientes, mirando los ojos entrecerrados de Tristan sobre ella.–Querido, más te vale que te

to ani?

an ane te llame ací? Tristan na

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le respondió.