Capítulo 8

Cintia, al ver que Dorian no respondía, frunció el ceño y no pudo evitar echar un vistazo a Rafael y Amelia, claramente incrédula. Luego, le envió otro mensaje a Dorian “Si es alguien que tu le presentaste, ¿cómo se llama?”

Pero no hubo respuesta en WhatsApp.

Al no recibir respuesta, se estaba poniendo tensa y volvio a mirar hacia Amelia

La chica sentada enfrente de ella noto que miraba a Amelia con confusion y le pregunto Qué pasa?”

Ella no conocía a Amelia, tampoco la habia visto antes.

La mujer nego con la cabeza: “Nada”

Sin embargo, seguia mirandola con molestia, además no usaba un tono de voz bajo, sumado a su imponente presencia, Amelia no pudo evitar fruncir el ceno y sin querer, giro la cabeza, encontrándose con la mirada de su suegra

Cintia seguia con el móvil en la mano dirigiendo la camara hacia ella, sin mostrar verguenza alguna por haber sido pillada cuando vio a Amelia mirándola, solo la miro tranquilamente de vuelta, sin saludar

Ella tampoco saludo, simplemente tras un breve intercambio de miradas, retiró la suya con calma.

Rafael la miró pensativo: ¿Es alguien que conoces?”

Amelia sonrió y asintió con la cabeza: “Si. No dio más explicaciones.

Cintia que no habia conseguido que Amelia la saludara primero, estaba mostrando una cara de pocos amigos, pero aún mantenia la postura y no queria discutir, probablemente para darle una leccion a Amelia, tomo su movil y le envio un mensaje de voz a su hijo: ‘Dorian, no tienes que ocultarme lo que hace Amelia. Puedes estar ocupado con el trabajo, pero debes cuidar a tu esposa Después de todo, es una mujer casada y aunque confio en que no hará nada indebido, si gente conocida la ve hablará

No intentó bajar la voz

Amelia podía escucharla, pero no respondió, simplemente seguia bebiendo mate como si nada.

Dorian en WhatsApp seguía sin responder.

Cintia, acostumbrada a mantener su postura de autoridad, no podia soportar ser ignorada, perdio la paciencia y se acercó a Amelia, deteniéndose entre Rafael y ella, mirando al hombre con disimulo y luego a su nuera. “Meli, y él quién es?”

Su actitud era cortés y apropiada, así que Amelia también le presentó cortesmente: “Es un antiquo compañero de la universidad

Cintia miró a Rafael de arriba abajo y le extendió la mano: “Hola, soy la suegra de Meli”

El hombre asintió “Hola.”

No era el saludo educado que la mujer esperaba, ni la ansiedad que imaginaba, lo que hizo que lo observara de nuevo y frunciendo el ceño no pudo evitar mirar a Amelia “Meli, ya tienes esposo, deberías tener cuidado con el impacto que tiene el contacto con otros hombres”

Luego añadió con un tono más amable. “Además, si necesitas dinero o algo, solo dilo en casa, no hace falta que tu familia se preocupe, no suena bien si se corre la voz

Amelia se detuvo con la taza en la mano y se giro hacia ella: “¿Qué dinero?”

Cintre mantuvo su amabilidad superficial. “El dinero para comprar la villa. También es nuestra culpa, eres parte de nuestra familia…”

Lo siento Amelia se levantó e interrumpió, “No sé nada de eso. Siento haberies causado problemas, me

informaré bien y les devolveré hasta el último centavo del dinero.”

Luego se disculpó con un gesto de cabeza hacia ella y se volvió hacia Rafael: “Lo siento, tengo que arreglar algo y quizas deba irme, que pases buena tarde.”

Rafael se puso de pie: “¿Necesitas mi ayuda?”

Amelia sonrió y lo rechazó: “No hace falta, gracias”

Rafael ya había llamado al camarero ¿A donde vas? Te

no hace falta, gracias

ya tenia una cara de pocos

la situacion después de terminar una llamada, se acercó preocupada

volver a casa Amelia le echó una mirada apenada a su amiga. “Frida, creo que tendré que esperar a la próxima vez que vayas

primero.” Frida la abrazo Cuando tenga un hueco, me lanzo por allá para

de mano: “Acuérdate de estar pendiente de la hora, no vayas a

asintio con la cabeza: “Lo

cerca del aeropuerto, si tomaba un taxi en unos minutos estaria

Amelia llegó a su casa, Fabio y Blanca también estaban presentes, discutiendo sin parar alrededor de la

ver entrar a Amelia, ambos se quedaron sorprendidos, Blanca hasta se confundió y miró

vuelo era esta tarde? ¿Qué

alguna, se inclinó y agarró

rasgados, lo hizo pedazos.

Blanca se asustaron con su acción inesperada

¿Qué, qué pasa?”

no respondió, simplemente tiró los pedazos a la basura y extendió la mano hacia

Blanca se miraron

Amelia: ¡El dinero!”

Blanca no dijeron

nos divorciamos, no quiero que sigan molestándolo, ¿y

divorciado. Fabio intentó explicar rápidamente, recuperandose

buscas a la gente, ¿cómo van a darte dinero por su propia

si lo busqué, pero no fue para pedirle dinero Fabio se rasco la cabeza, algo avergonzado. “Además, no es que no vayamos a devolverio, es solo que

¿Con que lo

supo qué responder y después de un rato dio tímidamente: “Si realmente

final el fue quien nos lo dio voluntariamente, ademais

dinero

“Asi que como el no necesita el dinero, ustedes pueden tomarlo

se

Blanca dijera algo aún más inapropiado, “Mira, a papa y mamá tambien les gusto mucho esa casa, si dejas pasar la oportunidad, no habra otra igual. Es mejor comprarla ahora y después se

tiene que pagar por ello? Amelia contenía su enojo, “Ese dinero no nos corresponde, devuelvanlo

Ya dimos el anticipo

“Pues cancelen la

“Eso no va a pasar, si cancelamos,

a ella no le importaba: “Pues que sirva

mil en una lección? Si él está dispuesto a dartelc tomalo de que sirve aferrarse al orgullo? El dinero que tienes en la

compensa lo que te

sé que sera tener dinero de verdad, lo unico que se es que solo me siento bien gastando el dinero

fija a su papá, pero como el no sabia mucho de bancos y no podia sacar una tarjeta, Amelia le dio una tarjeta a su nombre Pero quien manejaba las finanzas en casa era Blanca y esa tarjeta terminó siendo la que usaba para pedirle dinero prestado a la familia Ferrer, haciéndole creer a los padres de Dorian que era

de golpe. Asi nos pagas después de todo

saco su teléfono y llamó al banco para reportar

con un pum: “Si te atreves a cancelar ese anticipo olvidate de

sobre la mesa, se mordió el labio

vista, “Te devolvere el depósito, pero no podemos quedarnos con ese

miro friamente

más, agarró la tarjeta y se dispuso a irse. Pero Blanca perdió el control “Amelia, si te atreves a salir por esa puerta con la

se detuvo un

enterarse de la noticia, la

ojos se humedecieron al mirar a Fausto Papa, quidate

marchó sin mirar

de Dorian en su totalidad. Dudó un momento y

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