Mi Frío Exmarido

Capítulo 39

Capítulo 39

Detrás de Amelia se escuchó una voz femenina con un tono de molestia: “¿Qué es eso de ‘Amandita”?, ya te dije que no me conoces. Me llamo Fabiana Samper, Fabiana, ¿OK?”

Amelia no sabía si era su sensibilidad hacia el nombre “Amanda” que la había hecho sentir identificada sin querer o si realmente fue una coincidencia, pero no pudo evitar voltear a mirar a la chica y luego a Rufino, ambos rostros desconocidos.

Se rio de sí misma por su sensibilidad y continuó hacia el otro lado del área de exhibición.

La conferencia estaba a punto de comenzar y todos habían llegado temprano a la sala de clases para asegurar sus lugares.

Amelia miró su teléfono para ver la hora; aún era temprano, así que entró al aula multimedia.

En la entrada, una empleada estaba recogiendo currículos y portafolios. Ella también llevaba el suyo y pensó en entregarlo, pero al recordar la mención de “Amandita”, dudo.

La chica que recogia los documentos la miró extrañada y luego a los papeles que sostenía: “¿Estudiante?”, preguntó, dando una mirada significativa al currículo y al portafolio.

Después de un breve titubeo, se los entregó: “Gracias.”

La chica sonrió “De nada.

Amelia correspondió la sonrisa y entró al aula multimedia, tomando asiento en la parte trasera.

Quizás influenciada por la mención de “Amanda”, estaba distraída.

Fabiana, la chica que había chocado con ella antes, ya estaba sentada en la primera fila y saludó animadamente a Rufino cuando entró por la puerta principal.

Él le devolvió la sonrisa y luego subió al estrado.

La mirada de Amelia pasó de Fabiana a Rufino en el podio. Si esa Amanda era la que Dorian estaba buscando, ¿Rufino y Dorian se conocían? ¿O era solo coincidencia que ambos tuvieran alguna relación con Amanda pero no compartían amigos en común?

Preocupada por esas suposiciones, perdió el interés en la presentación y aprovechando un cambio de orador,

discretamente de

fue directo a la puerta, donde los empleados estaban recogiendo curriculos

del aula multimedia. La puerta trasera estaba cerrada, asi que tuvo que rodear hacia la entrada principal, donde se

sonrió incómodamente, como

como la chica que casi había sido golpeada anteriormente, asi que Te preguntó con una sonrisa: ¿Ya te

estuvo muy interesante,” respondió Amelia con una sonrisa. “Es que surgió algo en

volver.

con una sonrisa. “Las cosas de casa son prioritarias, no

asintió amablemente en respuesta y sin más preámbulos, se despidió y

atención a los portafolios que a los curriculos. Mientras pasaba las páginas, encontro un diseño con un estilo neo-latinoamericano, que combinaba etementos clásicos de la arquitectura local

Capitulo 39

“Amelia”. Observó con curiosidad que, aunque no tenía mucha experiencia laboral a tiempo completo, habia enumerado muchos logros personales y proyectos, algunos de los

levantó una ceja y pensó que había

la chica encargada de recoger los documentos,

con certeza asintió: “Si, claro, pero acaba de irse, es la chica que

evitar mirarla cuando vio el documento. Amelia era una belleza con un aire distinguido, una chica linda y dulce, con una pureza y gracia que no se veían todos los dias, con un aire de intelectualidad y una presencia serena y delicada. La recordo enseguida, la impresión fue imborrable, asi que cuando Rufino preguntó, ella pudo asociar rapidamente a la persona con el

impresión habia influido en su opinión, pero luego

cosa me llamas.” Dicho eso, tomó los trabajos de Amelia y

“Señorita Amelia.”

la voz

confundida y lo vio apresurándose hacia ella, frunciendo el ceño sin

“¿Ocurrió algo?”, preguntó.

con dificultad, le extendió el

Amelia, ¿este

y asintió al reconocerlo: “Si,

mucho sus diseños, ¿le interesaría unirse al Estudio de

Amelia no dijo nada

fuera algo así y menos recibir una respuesta

rechazara la oferta, Rufino se apresuró a añadir: “Podria ser a medio tiempo, no

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