Mi Frío Exmarido

Capítulo 96

Amelia levantó su mirada, encontrándose con la de él, sus ojos ampliamente abiertos ya destilaban un tono de desafio, “St no te es una molestia, entonces’te tomo la palabra.”

Dorian respondió: “No es ninguna molestia.”

Y con eso, tomó la delantera caminando hacia adelante.

Amelia lo siguió, subiéndose al auto.

“Dime la dirección.” Pidió Dorian con voz serena mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

Ella le dio una dirección, que efectivamente no era la que aparecía en su registro escolar, pero no estaba lejos.

Dorian manejo por un corto tiempo y pronto llegaron.

Al detener el carro, él echó una mirada fuera de la ventana.

El lugar donde vivia Amelia era una vecindad con un ambiente muy hogareño. A pesar de que la noche aún no se había profundizado, podía distinguirse a los abuelos paseando a los niños, la presencia latina era notable.

“¿Vives sola aquí?”, preguntó mirándola.

Ella asintió: “Si, sola.”

Dorian asintió, observándola: “Pensé que vivías con Frida.”

Amelia parecía confundida, mirándolo: “¿Por qué lo dices?”

“Escuché hace unos días que Frida renunció hace dos años y nadie sabe a dónde fue,” continuó mirándola, “como ustedes eran tan cercanas, pensé que tal vez había venido a buscarte.”

Amelia sonrió: “Estaría loca, ¿para qué iba a venir desde tan lejos?”

tema y en silencio se desabrochó el cinturón

te acompaño a

necesario,” ella negó suavemente, no sería apropiado,

que se parecía mucho a ti, en el mismo lugar donde tú apareciste, tendría poco

detuvo al desabrochar su cinturón, mirándolo: “¿Qué tratas de

qué te pones

Amelia no dijo nada.

lo que hizo que Dorian

dijo Dorian, mirándola,

mostró intención de

el camino,” también se despidió en voz baja, salió del coche y dio un par

todo, es

y asintió:

la puerta

sacó las llaves y abrió

no te preocupes,

la siguió

que era realmente pequeño, un simple estudio que más que un hogar parecía un

trabajo.

espacio de trabajo, con un gran escritorio lleno de bocetos

desordenados mientras explicaba: “Además de estudiar, tengo un trabajo de medio tiempo, así que

observando el lugar, su mirada recorrió desde el armario de zapatos en la entrada, al salón y luego a la

estaba abierta, Dorian no

prisa por salir esa

un poco avergonzada: “Salí corriendo esta mañana para el trabajo

de la silla y la

miró dentro del armario mientras se cerraba, pudo ver que

del armario, Amelia se giró hacia él con una sohrisa incómoda: “¿Quieres agua?