Mi Frío Exmarido

Capítulo 137

Capítulo 137

Amelia sintió un vacio momentáneo en su mente.

Donian no le dio tiempo para reaccionar, presionó suavemente con sus dedos entre su cabello, obligándola a inclinar la cabeza hacia atrás, mientras su boca se adueñaba de la suya con un beso que se introducía sin permiso, tierno pero dominante, sin dejar lugar a rechazos.

La mano izquierda de Amelia, que habia intentado empujarlo, se relajó y se llenó de inseguridad.

El beso de Dorian se profundizo, la respiración pesada y el ritmo de sus besos, cada vez más intensos y fuera de control, llenaban el espacio oscuro. La mano en su cabello se tensó con impaciencia y la que descansaba en la

cintura de Amelia también se cerró con fuerza.

Ella sintió cómo la ropa de su espalda se tensaba, su cintura se arqueaba con cada beso más profundo.

La mano que pretendía rechazarlo, sin saber cómo, terminó rodeando su cuello.

El acercamiento inconsciente se convirtió en un fuego que se extendia.

Los besos se transformaron en una conquista voraz

El beso de Dorian se expandió de los labios hacia el cuello sensible, su mano también perdió control deslizándose bajo

su ropa, cuando de repente la puerta se abrió.

Los dos, enredados en su pasión, se detuvieron bruscamente.

Dorian se tumbó de espaldas y Amelia, avergonzada, se dio la vuelta, respirando en pequeños jadeos.

La enfermera vino a hacer su ronda y al llegar a la puerta recordó que acababa de quitarle el suero a Amelia. Después de asegurarse de que ella estaba bien y de darle algunas indicaciones, se marchó.

La habitación volvió a quedar en silencio.

Un silencio tan profundo que se podían oir las respiraciones aún agitadas, mezcladas con la tensión de lo que acababa

de ocurrir.

Ella no dijo nada.

El tampoco lo hizo.

Cuando su respiración se calmó, Amelia escuchó la voz ronca de Dorian: “Mejor duermete ya”.

murmullo, aún de espaldas

cubrió con la manta y

Amelia tampoco habló.

qué momento se había dormido, pero durante

de día.

desayuno, estaba de lado, sacando las cosas de la bolsa de entrega. Al verla despierta, le dijo con calma: “Vete a lavar

si el descontrol de

en el beso de anoche

terminó de arreglarse, Dorian ya tenia el

caldo nutritivo, huevos con leche y maiz, cosas que Amelia podía manejar con su mano izquierda, sin necesidad de la ayuda

no insistió, comió despacio con ella y no mostró intenciones

estaba

dejar la cuchara, no pudo evitar aconsejarle: “¿Por qué no

09.26

Сарни

cuidadora”.

un tono suave mientras recogía las cosas, sin mirarla, “No te preocupes por mi, de todos modos, nadie se atrevería a descontarme el

Amelia no insistió más.

ese momento, alguien llamó

de Dorian,

mientras le pasaba la

también saludo cortésmente.

detuvo un momento en el vendaje del brazo

mucho mejor, gracias, Sr. Yael, Amelia

Amelia y al ver que Dorian todavía estaba ocupado, Yael no se atrevió a entretenerse más y se despidió tras informarle brevemente sobre

pero la mayor parte del tiempo estaba ocupado, como siempre,

comer, recordarle las medicinas o ir a las consultas y buscar

el divorcio

lo asumia con naturalidad, Amelia no podia aceptarlo con la misma

cuarto dia, cuando el médico les avisó que podia ser dada de alta, Amelia no pudo evitar hacerle una pregunta en voz baja, después de verlo comunicándose con paciencia sobre

somos amigos, ¿por qué sigues siendo tan bueno conmigo?” Él se detuvo un momento y luego se giró hacia

años y aún no has cambiado tus

mirarla de nuevo, su rostro había recuperado la calma Amelia, no todos pueden ser como

Lo miró confundida.

“No me mires asi. Amelia, tal vez tú no me odias, pero a

odio, quedaron

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