Mi Frío Exmarido

Capítulo 238

Capítulo 238

Dorian dejó caer su celular sobre la mesa del salón con un gesto de irritación..

Desde que se había topado con Pamela esa tarde, sabia que vendría un interrogatorio

Pamela siempre habia sido de esas personas que no podian guardar un secreto, necesitaba contar todo lo que vela.

Era obvio que su curiosidad se dispararía al verlo con una niña que no conocía. Pero Pamela siempre le tuvo miedo, nunca se atreveria a preguntarle directamente, asi que preferiria ir con sus padres en busca de respaldo.

Recordando la desaprobación con la que Eduardo y Cintia habian mencionado a Amelia, el semblante de Dorian se tornó aún más frio. Le venía a la mente las imagenes de Amelia con lágrimas recorriendo sus mejillas.

“Pero esto no es como recuperar créditos académicos Si el zapato no te queda, simplemente no te queda. Forzarte a usarlo solo va a desgastarte la piel y hacerte sangrar Cambiando de zapatos quizás resuelvas el problema.”

Las palabras suaves de ella resonaban en sus oidos, mientras su mente retrocedía a dos anos atrás, cuando la vio acostada en la cama de un hospital, sus ojos llorosos e hinchados. Luego apareció en su mente el papel amarillento de su alta, con las palabras interrupcion del embarazo revoloteando en su cabeza.

¿Cómo podría alguna vez volver a ponerse los zapatos que ella habia estado dispuesta a abandonar junto con su hijo?

Cinco minutos después, Yael llegó con cierta despreocupación y aunque no encontró a Amelia, si vio la mano izquierda herida y el brazo derecho maguilado de Dorian.

La sangre en la palma de su mano ya estaba coagulando y era bastante impactante a la vista

¿Sr. Ferrer?

Yael lo llamó preocupado.

Dorian levantó la mirada hacia él y dijo simplemente: “Llegaste.”

Sin agregar más.

El asistente preocupado miró su mano: “Déjeme vendarle eso.”

Donian emitió un suave “de acuerdo” y le extendió la mano, apoyándose en el respaldo del sofá, luciendo cansado

Yael echó un vistazo alrededor antes de preguntar: “¿Y la Srta. Amelia?”

Él respondió secamente: “Se fue.”

“Ah.”

Viendo que Dorian no estaba de humor, Yael no se atrevió a preguntar más. En silencio tomó un algodón, alcohol y

comenzó a tratar su herida.

Dorian permaneció callado, mirando hacia la noche por la ventana, con una expresión distante

Cuando Yael terminó de tratar la herida, la mirada de Dorian aun no había regresado

Era como una estatua, inmóvil.

“¿Sr. Ferrer?” Yael lo llamó de nuevo, preocupado.

con tranquilidad Dime, ¿no

supo

tampoco esperaba su

de pie. Llévame a Jardines de la

Yael to miro sorprendido.

Paz era la casa donde Dorian y Amelia hablan vivido

Capitulo 238

la sala en un arranque de ira, Yael no recordaba que hubiera

Aun asi asintió: “Claro.”

lugares estaban en

la puerta de la casa, no habia el olor a humedad que Yael

antes de que Amelia se

había

Miró alrededor del salon.

de Amelia. No había rastro de su presencia

‘Puedes irte.”

Dorian sin girarse, mirando la casa familiar y

“Está bien

a preguntar más y tras despedirse,

examinó la vacia

Yael ni el podian encontrar rastros de la

El tiempo es curioso.

años de abandono habian borrado casi todos los recuerdos

como si esos recuerdos intensos y ardientes se desvanecieran con

del tiempo

se habian

llegó a la oficina, no pudo evitar echar un

limitaba un poco, parecía haber mejorado bastante después de dos dias de descanso; su rostro ya no mostraba el cansancio

desprendido del centro comercial en construcción, responsabilizando a varias personas implicadas. Para cuando terminó, ya eran

itinerario planeado en la vecina

de entrar en la fase de colocacion de la primera piedra. La ceremonia se celebraría en unos dias y ya estaban preparándolo todo. Preocupado por los problemas en el centro comercial en construcción, Dorian había

todo estuviera en orden.

más de una hora por la autopista, tiempo suficiente para un viaje de

iría el equipo de diseño

pero al bajar al estacionamiento subterráneo, inmediatamente vio a Amelia esperando,

Amelia bajó sus ojos en

la primera vez que se veían desde aquel beso del

Amelia se sintiera torpe y fuera de

pasado y con un simple “vamones tomo las llaves del coche

puerta del conductor, sentándose en el asiento

conducir para Donan, pero al ver que Dorian se daugia al

me

puerta del copiloto del coche de Rufino, no sin antes decirle a

tú ve con el

Amelia no respondió.

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