Mi Frío Exmarido

Capítulo 240

La recepcionista se volvió hacia ellos, Amella y Dorian: “Señorita, señor, ¿me podrian mostrar sus documentos de identidad, por favor?”

Dorian le entregó su documento y luego se giró hacia Amelia.

Ella se mostró un tanto indecisa.

“Tal vez deberia buscar en la web si hay hoteles cercanos con habitaciones disponibles, dijo con vacilación.

Dorian no insistió: “Como prefieras.”

Ella sacó su celular, abrió una aplicación y empezó a buscar. En efecto, los hoteles cercanos estaban todos completos.

Habia una habitación disponible en un hotel a ocho kilómetros de distancia, pero afuera hacía un tiempo espantoso.

Intento llamar y efectivamente, quedaba una habitación.

Después de colgar, miró a Dorian con incertidumbre: “Hay una habitación a ocho kilómetros de aquí, creo que debería irme para allá.”

“Te traje aqui, asi que es mi responsabilidad cuidar de ti, dijo él mirándola fijamente, con calma. “No puedo dejarte ir sola a un hotel tan lejos.”

Luego levantó la vista hacia la puerta: “Además, con este clima, no es recomendable manejar.”

“Pero…”

Amelia todavia estaba dudosa. Miró la habitación que quedaba disponible, era una con cama matrimonial.

Una habitación con dos camas sería más conveniente, una con cama matrimonial le resultaba un poco incómoda.

“¿Señorita?”

Al ver que Amelia dudaba, la recepcionista les echó una mirada perpleja.

Ella habia asumido que eran pareja o esposos.

Dorian extendió la mano hacia Amelia: “Dame tu documento.”

Cuando se trataba de seguridad, Dorian siempre había sido inflexible.

Hace dos años en Zúrich, cuando descubrió que Amelia estaba embarazada, Dorian también habia adoptado esa

firme para evitar que viviera

no tenía

y la lluvia caía a cantaros, haciendo

fácil

Amelia con reticencia, le entregó su documento

entregó

la tarjeta. Su habitación está en el edificio de atrás, en la planta baja. Salgan y giren a la derecha, hay paraguas

y les señaló

dirección indicada y

era tipo posada, con habitaciones independientes muy estilizadas, cada una como una

los documentos y la tarjeta

se dirigió con Amelia

con mangos

la tormenta fuera era aún mayor,

principio, Amelia y Dorian caminaban hombro con hombro, pero cuando el viento arreciaba con la lluvia, él extendió su brazo alrededor del hombro

se tensó un poco

con calma, como si abrazarla fuera un acto instintivo de

permitiendo que Dorian la mantuviera cerca mientras

la habitación, ambos estaban

El abrió la puerta.

y acogedora, con una decoración al estilo provenzal que la hacía especialmente calida. Ademas,

la puerta,

la habitacion tenia solo una cama matrimonial y un

presencia de

a asearte primero, dijo Dorian, notando su

asintio, aunque

último momento y no

cambio

clima que habia afuera, tampoco

dio cuenta del

pero sintiéndose insatisfecho, decidió llamar a recepción: “¿Podrían traernos dos batas de dormir y toallas nuevas, por

al cliente no tardó en entregarles

grifo, luego la echó en la secadora que venía con la habitación.

“No te preocupes

lo rechazó instintivamente, “Se secará en un

de Amelia, empapados hasta el muslo: