Mi Frío Exmarido

Capítulo 260

Rufino noto cómo cambiaba la mirada de Rafael y más o menos entendió cuáles hablan sido sus preocupaciones

anteriores.

Después de todo, ambos eran hombres, y él comprendía.

Si estuviera en su lugar, tampoco sabría si podría tomar una decisión tan fácilmente.

No dijo nada más, levantó la mano y le dio una palmada firme en el hombro a Rafael, sin saber exactamente qué más

decir.

A veces, un simple pensamiento puede convertirse en un abismo insalvable.

Rafael sonrió con tranquilidad: “Sé lo que estoy haciendo, no tienes que preocuparte.”

Rufino también sonrió, ya sin agregar nada más, le devolvió el documento que habían estado discutiendo:

“Este plan me parece muy bueno, si Amelia y tú están de acuerdo, envíenselo al cliente para ver qué piensan.”

Rafael asintió con la cabeza: “Vale.”

Tomó el documento que Rufino le pasó: “Me voy a mi oficina.”

Su jefe asintió, observando cómo Rafael salía de la oficina, esperando a que la puerta se cerrara para dejar escapar un largo suspiro.

Solo sentía dolor de cabeza.

Dos románticos empedernidos.

Por un lado, estaba su hermano del alma, con quien había crecido como si fueran de la misma sangre, y por el otro, una amistad que había florecido tanto en lo profesional como en lo personal.

Ambos eran importantes para él.

No tenía idea de cómo esos dos habían terminado enredados con la misma mujer.

A las seis de la tarde, Rufino apagó su computadora y le mandó un mensaje a Dorian: “¿Ya te vas?”

Siendo el que había hecho las presentaciones, tenía que acompañarlos a esa cena.

Al salir de la oficina, se encontró con Amelia, quien también estaba a punto de terminar su jornada.

temprano?”,

“Sí.”

hubieran atrapado saliendo temprano siempre la hacía sentir inquieta frente a su

también sonrió, tratando de leer en su sonrisa alguna señal de tristeza o desilusión por el hecho de

ciegas esa noche, pero no

timidez como si hubiera sido pillada en falta, parecía

ella al menos le preguntaría “¿También terminas

seguido, mencionar casualmente, una vez más, que Dorian tenía una cita a

Amelia no preguntó nada, solo dijo “Señor Rufino, me voy”, antes de intentar marcharse. Él no

no te unes,a la cena de Dori? Seria bueno que estuvieras allí para darle tu

yo fuera, mejor

momento, Dorian salió del ascensor y al escucharla,

en ese momento y

pasó su mirada serenamente por el rostro de Amelia y luego se volvió

sus talones y presionó el botón del

de que Dorian hubiera bajado personalmente a buscarlo, eso no era típico de

No pudo evitar mirarlo.

la espalda vuelta, mirando fijamente los números que cambiaban en la pantalla del ascensor,

si había escuchado lo

Miró a Amelia.

con una leve expresión incómoda en su rostro, parecía querer caminar hacia

momento, las puertas del ascensor

ascensor, su dedo aún presionaba el botón para mantener las puertas abiertas y su mirada oscura volvió a

el ascensor, pero él no retiró su

sobre si unirse a ellos

también estaba esperando el ascensor y en ese momento, no sabía si

sin ella, pero Dorian no mostró signos de soltar el botón,

la alarma del ascensor retumbó en los oídos de Amelia,

se vio

largos dedos del panel de control y las puertas

en el ascensor

intentando romper la tensa atmósfera, se giró hacia Amelia con

hoy?”

que había quedado con Rafael para comer algo,

con un cliente,

rio un poco: “¿Algún problema? ¿Necesitas

negó rápidamente con la cabeza: “No, para nada, es solo que… he quedado con el técnico

acondicionado.”

miró