Mi Frío Exmarido

Capitulo 319

Decidieron instalarse en un café cerca del trabajo, optando por una mesa en un rincón más reservado.

El lugar habia sido elegido por Amelia, asi como la solicitud de cierta privacidad.

“¿Es algo importante?”

Observando el acogedor ambiente del café, Dorian preguntó, ya retirando una silla para sentarse y de paso, ofreció otra a Amelia

Con un asentimiento leve, ella respondió: “SI”

Tomó asiento y al intentar servirse un café, Dorian le quitó suavemente la jarra de las manos y vertió el café paral ambos. Luego, le pasó el menú,

Amelia por cortesia, ordenó un par de antojitos sin darle mucha importancia y devolvió el menú a Dorian.

Él a su vez, eligió algo al azar y cerró el menú

Ambos sabían que no estaban alli realmente para comer.

“Vamos, cuéntame, ¿qué sucede?”

Al dejar el menú, Dorian la miró fijamente, su voz era tranquila.

Amelia vaciló antes de mirarlo.

Los ojos oscuros de Dorian, calmos y penetrantes, infundian en Amelia un sentimiento extraño de inquietud.

Bajo la mirada, tomó un sorbo de su cafe y comenzó en voz baja: “Cuando regresé por primera vez y luego volvi a Zúrich, todavia estaba indecisa sobre si tomar o no el proyecto del resort turistico. Justo en ese momento, nuestro profesor, el señor Rubén, a quien conoces, estaba allí en una visita académica y me invitó a comer para convencerme de no abandonar el proyecto.”

Alzó la vista hacia Dorian: “Estábamos comiendo en un restaurante cerca de la universidad cuando un hombre pasó por nuestro lado y me golpeó sin querer. Me giré y vi que era el mismo tipo rechoncho que vimos en el

estacionamiento subterráneo del Hotel Esencia en Zürich, ¿recuerdas? Creo que lo llamaban Hugo, era uno de los que intentaste evitar esa vez en el estacionamiento.”

Dorian pareció sorprendido por el rumbo de la conversación, la miró un momento y luego asintió con la cabeza: “Ajá.”

“El hombre que estaba comiendo con Hugo era el tipo alto y delgado que también vimos en el estacionamiento,” continuó ella en voz baja, “escuché que Hugo lo llamaba señor Samper. Durante la comida, este señor Samper le preguntó a Hugo cómo iban las cosas y él respondió que todo estaba bien, que ya habían colocado a una persona de confianza en la empresa y que Samper no tenia por qué preocuparse.”

Dorian la miró sin decir nada.

Ella siguió: “Hugo mencionó que el Hotel Esencia era dificil de penetrar, con personal estable y poca rotación, casi sin vacantes para reclutamiento externo cada año. Dijo que si no fuera por la creación de una subsidiaria que necesitaba nuevo personal, no sabrían cuánto tiempo más tendrían que esperar. Creo que se refería al Estudio Esencia–Rufino. Por eso sospecho que entre los que entramos a la empresa en ese periodo, podría haber alguien colocado por ellos.”

“¿Por eso decidiste regresar?“, preguntó Dorian, mirándola atentamente.

labios, guardando

mitad,

tan serena como si estuviera interrogando, aparentemente indiferente ante la idea de que alguien

un poco. “Más tarde, le pedi a alguien

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y luego lo miro: “Después de todo, esto involucra a Fabiana, y justo

ella es complicada, sin pruebas, no puedo decir mucho sin comer el

parece normal. Solo están haciendo su trabajo, nada fuera de lo común.” Amelia continuó en voz baja, “El Sr. Rufino y yo les hemos asignado tareas bastante estándar, que no tienen nada que ver con secretos comerciales y nuestras computadoras están protegidas con sistemas de segundad y firewalls robustos. No es posible que dispositivos externos penetren en nuestro sistema y obtengan información importante,

moverse: “¿Entonces

con la cabeza:

por qué eliges este momento para

labios, en silencio, como

taza de té, sus dedos finos apretados contra el borde,

de Dorian se detuvo en la marca blanca de sus dedos, luego se dirigió a

colocación de la primera piedra del proyecto turistico del resort, es un

un equipo de seguridad excepcional.

en la empresa por mucho tiempo, no

preocupada de más.” Dijo

sus labios, pero

momento, se escuchó un golpe en la puerta y el camarero trajo

“Disfruten su comida.”

y se fue con el resto del

tomó los cubiertos y de manera casual, sirvió algo de comida en el plato de Amelia, hablando con una

bajaste hace un

un sobresalto en su

algo de comida en su

hacia la comida en su plato y agradeció

no tocó los cubiertos, solo asintió con la cabeza y luego dijo con suavidad:

se detuvo abruptamente y la

abrazando a una niña pequeña, parecian muy cercanos, asi que no

interrumpir.”

tan claros y limpios como siempre, su mirada

a Dorian por

si la posibilidad de que Serena no fuera su hija era

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