Mi Frío Exmarido

Capítulo 483

Dorian se quedó en el auto hasta altas horas de la noche.

Durante ese tiempo, Eduardo mandó gente a buscar a Dorian varias veces, incluso salió él mismo dos veces, para insistir en que entrara a cenar, pero lo único que recibió fueron negativas.

El habia perdido la cortesia y el respeto que antes mostraba frente a Eduardo, tampoco tenia la firmeza con la que le habia arrebatado las acciones de la compañía hace un tiempo. Ahora estaba desganado, sin interés en nada, como sumido en una profunda tristeza y su padre lo veia con una mezcla de impaciencia y enojo, con ganas de estallar pero tragándose las palabras, temeroso de herirlo.

Eduardo nunca habia visto a un Dorian tan frágil y apagado, además no se atrevia a arriesgarse a enojarse sin

pensar

Había vivido la mayor parte de su vida controlado por su padre, sin preocuparse por los asuntos de la casa ni del negocio.

Luego, cuando su padre envejeció, fue Dorian quien tomó las riendas de la empresa.

Desde pequeño, Dorian había sido un niño en el que siempre se podía confiar y bajo la educación de su abuelo, habla superado al maestro. Aunque Eduardo se sentia un poco frustrado siendo padre, nunca tuvo que preocuparse o sentir ansiedad por Dorian.

Ahora, su hijo, por quien nunca había tenido que preocuparse, se habia convertido en alguien a quien no se podia tocar, reñir ni consolar, asi que Eduardo se sentia perdido.

No tenia ninguna estrategia para lidiar con la situación.

Por primera vez, sentia el dolor de cabeza que significaba ser padre.

Mirando la mesa llena de platos preparados especialmente para recibir a Dorian, Eduardo no tenia apetito.

“Tienes que comer algo después de salir del hospital, no puedes seguir asi“, insistia Cintia preocupada. “El médico dijo que debias descansar y relajarte, pensar y enojarte menos. Acabas de salir del hospital, no queremos que vuelvas a tener problemas“..

A Cintia no le importaba mucho la situación de Dorian.

todo, no era su hijo biológico y en los últimos años, él habia despreciado a Cintia en varias ocasiones por Amelia. La relación madrastra–hijo se habia desvanecido con esos conflictos, pero

hacia ella, temia

su preocupación,

puedo comer viendo a mi hijo convertido en

hablar cuando Pamela, que estaba comiendo cuidadosamente a un lado, lo miró con dudas y le sugirió con cautela: “Papá, el

idea estás

con toda su familia y ahora que tu hermano finalmente ha visto la luz y

no se atrevió a decir

que Eduardo se alterara aún más, trató de calmarlo rápidamente y no dejó de regañar a Pamela con una mirada severa: “No des ideas sin sentido. Es mejor un dolor corto que uno largo, tu padre solo quiere

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a enfrentarse a su padre, pero no tenia miedo de Cintia, quien siempre

de mi hermano, ya no necesita un matrimonio para consolidar su imperio comercial, encontrar a alguien que lo haga sentir cómodo

no me provoques a golpearte“, Cintia cambió de expresión, “¿Cuántas veces te he dicho que no menciones eso delante de mi? Quedaste embarazada y luego te casaste a escondidas con ese desgraciado, aún no

se calló

asunto, ella sabia que estaba

Zaldivar y ella, habían tomado la via de actuar primero y pedir permiso después, casándose en secreto. La familia de Román no cumplía con las expectativas

un matrimonio con

era buena, no estaba dentro del circulo de parejas que Cintia tenia en

Pero su amor por Román era más fuerte; no podia dejarlo. Ante la férrea oposición de su madre,

casi mata a sus

soportaban verla sufrir. Seguían cuidándola en todo: contrataban ayuda, le daban dinero y le encontraron trabajo, asi que su

hermana de Román no lo era tanto, pensaba que todos vivian

aún

convencer a Eduardo

completo. Sin embargo, su padre también perdió el apetito y se paseó hasta la ventana, mirando hacia afuera donde aún estaba estacionada la Cayenne negra,

dejarlo estar