Mi Frío Exmarido

Capítulo 490

Fabiana no podia recordar donde lo habia visto antes, pero la realidad no le permitia detenerse a pensar. Rapidamente sacó su celular y con agilidad, tomó una foto del número que aparecia en el teléfono de Camilo. Después se apresuro a salir y a dejar todo como estaba.

Su padre no notó nada extraño al salir de la habitación.

Vámonos,”

Dijo y se agachó a recoger su celular.

Fabiana, al ver que él no habia notado nada, finalmente respiro aliviada.

Llevó a Camilo a un centro comercial cercano y entraron a un restaurante cualquiera.

Durante la comida, ella se excusó ir al baño y le pidió prestado un teléfono a un mesero para marcar el número que habla fotografiado

La llamada conectó.

Mientras esperaba a que contestaran, el corazón de Fabiana latia fuerte, estaba nerviosa. Varias veces pensó en colgar, pero la curiosidad la detenia.

El teléfono sono tanto que cuando ella pensaba que no iban a contestar, una voz clara y familiar dijo “Hola” del otro lado de la linea. Fabiana se tapó la boca sorprendida.

Sin escuchar respuesta, la voz preguntó “¿Hola? ¿Con quién hablo?” Fabiana colgó de golpe, devolvió el celular al mesero y se apresuro al baño.

Toda la noche, estuvo inquieta.

Al día siguiente en el trabajo, también estaba distraida, especialmente durante la reunión del departamento, dirigida por Amelia.

Desde que entró en la sala de reuniones, Amelia noté que Fabiana estaba distraida.

Habia cambiado su comportamiento de las últimas semanas de evitar su mirada y ahora no dejaba de observarla, perdiéndose en sus pensamientos hasta que la voz de Amelia interrumpió sus divagaciones.

Tuvo que llamar su atención tocando suavemente la mesa con los dedos para que Fabiana volviera en si y le respondiera en voz baja: “¿Te sientes mal? Si es asi, mejor vete a descansar”

Fabiana la miró con vacilación antes de negar con la cabeza: “No, es solo que no descanse bien anoche.”

En ese momento, Rufino entró preguntando cuanto faltaria para terminar la reunión, ya que Lorenzo la buscaba

Al oir el nombre “Lorenzo“, Fabiana inconscientemente miró hacia la puerta.

Lorenzo estaba alli, de pie fuera de la sala con paredes de vidrio, mirando a Amelia con expresión pensativa.

Fabiana sintió pánico de nuevo cada mirada de la gente de la familia Sabin hacia Amelia le provocaba una inquietud inexplicable, una ansiedad aún más intensa que la última vez que habia plagiado el diseño de Amelia

En esa ocasión, habia mantenido la esperanza y se habia convencido a si misma de que era inocente, que no habia tenido la intención de plagiar, que había sido un malentendido lo que llevo al patriarca Sabin a creer que el diseño era suyo y que habla asumido la culpa porque no tuvo más remedio. Pero esta vez era diferente, ella había actuado con intención

alli, Fabiana no tendria chance de

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intensificó al ver que Lorenzo queria hablar a solas con

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