Mi Frío Exmarido

Capítulo 584

Dos meses más tarde.

Era sábado y el clima comenzaba a calentarse; afuera el sol brillaba espléndido.

Dorian se agachó para acomodar con cuidado el vestido de Serena antes de levantar la mirada hacia ella y decir.

“Listo.

La niña, que sostenia un osito de peluche con una mano, lo abrazó con fuerza contra su pecho, mantenía sus brazos. firmemente alrededor de él.

Ese se había convertido en su hábito en los últimos meses.

Dorian ya se había acostumbrado a ese comportamiento y no intentaba corregirlo, incluso si el osito lucia tan limpio por llevarlo consigo y dormir con él todo el tiempo.

sito de p

peluche ya no

Él limpió silenciosamente las migajas del peluche, pero sus dedos se demoraron en la suave tela, reacios a alejarse, mientras su expresión se perdía en una nostalgia distante.

“¿Papa?” Serena lo llamó, confundida

Volvió en sí y le sonrio tranquilizadoramente, su mirada ya cruzando el hombro de la niña para posarse en la mesa larga detrás de ella.

Sobre la mesa había un álbum de fotos, con imágenes de Amelia en su primer dia de trabajo.

Había visto las fotos en la pared del Estudio Esencia–Rufino dos meses atrás, las habia pedido al departamento de recursos humanos y luego las había revelado.

No había fotos de Amelia en su teléfono.

Y el teléfono de Amelia tampoco tenía.

A ella no le gustaba tomarse fotos, así que no había ninguna selfie en su galería, aunque estaba llena de momentos de Serena.

forma tranquila y suave, claramente una toma casual hecha por recursos humanos, una figura nada ostentosa pero con una juventud y belleza que no podía ocultarse en su

por sí mismos, con la misma serenidad y dulzura de siempre.

la foto, haciendo que Dorian también sonriera, aunque mientras lo hacía, una sensación de

momento, el timbre de la puerta

ocupada en la cocina, se apresuró

“Sr. Yae

La voz de Marta

levantó la vista al escuchar y vio entrar a Yael y Frida, saludándolos educadamente: “Sr. Yael, madrina.”

le hizo muecas para intentar animarla.

Amelia, la pequeña habia estado mucho más

siempre, sus muecas no tuvieron mucho

una leve sonrisa, mostrando una

se sintió ligeramente triste, pero no dijo nada, solo acarició suavemente el cabello de

inclinado hacia ella con una sonrisa: “Hoy, Yael y yo te llevaremos a

Frida no pudo evitar mirarlo y trató de tocarlo:

al osito, negando con la cabeza

la tranquilizó con suave voz: “No lo lavaremos, no

niña se caimó de nuevo.

de pena, sin atreverse

sa

sonrisa: “Vamos, salgamos a comprar regalos y ropa nueva,

Serena, se inclino y preguntó: “¿Estás emocionada por la

asintió sin comprender del todo: “Emocionada.”

edad, realmente no sabía lo que significaba

recordaba su primer año, esta seria

comprar ropa nueva y preparar regalos, empapándose del ambiente festivo, pero quizá porque Amelia ya no estaba

entusiasmo y ella no tenía nada. Así que aprovechó el fin de semana para invitar a Yael a llevar a Serena a comprar ropa nueva, para que ella también pudiera sentir

hacer, Frida

Serena tenia un año, estaban en el extranjero. En aquel entonces, Serena era muy pequeña para entender, pero incluso así, Amelia, a pesar de estar muy ocupada con el trabajo y los estudios,

habia ido, Frida temía que Dorian se olvidara, por lo que hoy, que el clima estaba agradable,

mirando a Dorian: “Sr. Ferrer, ¿por qué no sale a