Mi Frío Exmarido

Capítulo 721

Capítulo 721

“Lo siento, tuve un contratiempo en el camino.”

Alejandro jaló una silla y se disculpó.

Amelia se volvió hacia la voz, vio a Alejandro, se levantó y lo saludó cortésmente: “Sr.

Terrén.”

Dorian también se puso de pie, extendió su mano y estrechó la de Alejandro en un saludo formal: “Sr. Terrén.”

Alejandro devolvió el gesto cortésmente y luego tomó asiento bajo la invitación de Dorian.

La comida había sido organizada por Dorian como muestra de agradecimiento, dedicada a la familia de Alejandro por haber salvado a Amelia. No se trataba de nada más, por lo que el ambiente entre Dorian y Alejandro era muy cordial, nada que ver con el tenso enfrentamiento del día que Dorian se llevó a Amelia.

Dorian no quería que Amelia sospechara nada, por eso su trato con Alejandro era muy

medido.

Alejandro ya habia acordado otra reunión con Dorian para discutir los asuntos de colaboración, así que naturalmente mantuvo una actitud amable, actuando una

amistosa escena de camaradería entre socios.

Miranda no estaba muy contenta con la situación y no podia disimular su desagrado. hacia Dorian.

En su opinión, Dorian irrumpió abruptamente y se llevó a Amelia.

estaría atrapada en el pasado ni tendría ataduras, se habría

quedado en Arbolada

habría conocido a Dorian y ese hombre

Amelia ya

venir a esta cena

Amelia con ternura y dijo, “He perdido bastante tiempo en Arbolada. Quería esperarte, pero ha

Capitulo 721

tengo

borde de su copa, hizo una pausa y miró a Miranda, luego lentamente giró su mirada hacia

levantó su taza de mate en un gesto de saludo a la

silenciosos, intercambiaban mensajes

Miranda de Arbolada era una muestra inicial de la buena voluntad de

hacia Dorian.

tranquilamente y no hizo ningún movimiento.

volvió hacia

me prometiste que me acompañarías a casa para

que Amelia respondiera y se levantó de su silla, diciendo ansiosa: “Mi mamá va a pasar la Navidad conmigo.”

Meli aún no se ha recuperado del todo, no es recomendable que haga un viaje largo. Me temo que esta vez no podrá acompañarla. Cuando esté mejor,

cortésmente, aunque la mujer no sabía como reaccionar y miraba esperanzada

la manera en que Miranda ignoraba repetidamente a Dorian y frunció el ceño, preocupada,

sonrió tranquilizadoramente, indicándole

su interior y sin poder resistirlo, frente a Miranda, extendió su mano para entrelazarla

ligeramente sorprendido, pero dejó que ella tomara su

confundida

mirada tranquila hacia Miranda, su voz sonó suave pero firme: “Madrina, permíteme presentarte formalmente, él es mi esposo y el padre de mi hija, Dorian. Ha sido

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