¡Mi hermosa esposa es una ex convicta!

Capítulo 193

Cuando los tiempos eran buenos, ella hacía ruido todo el día acerca de querer perder peso, tenía miedo de engordar y no verse bien con cierta ropa.

Ya no tenía que preocuparse por eso. Ahora estaba delgada y ya no le preocupaba si le quedaría bien o no determinada ropa. Lo que tendría en cuenta ahora era el precio y la practicidad de la ropa, así como también si era duradera o no.

Por eso, cuando pensaba en ello a veces, realmente era…

divertido.

Cuando quieres algo, te esfuerzas desesperadamente para conseguirlo. Cuando finalmente lo consigues, te das cuenta de que las cosas que antes deseabas desesperadamente ya no son las cosas que deseas ahora.

Grace se rió con desdén. Hablando de eso, no podía entender por qué Jason todavía la llamaba “hermana” cada vez que abría la boca. Era como si todavía se preocupara por ella y extrañara el tiempo que estuvieron juntos.

¿Estaba él interesado en ella?

A veces, sus acciones parecían indicar que le gustaba mucho, pero ella no podía resistirse a pensar: “¿Es esto también una actuación de él?”.

Grace sacudió la cabeza y dejó de pensar en eso.

Ahora, de todos modos, solo podía hacerlo paso a paso.

un lavado apresurado, salió del baño solo

cama en el suelo. Al igual que antes, esperó a que ella

dormir.

noches”. Después de decir esto, se metió

ese momento, ella solo quería conciliar el sueño rápidamente para poder terminar esa noche lo

se inclinó y se acercó a ella para decirle: “Hermana,

le hizo un nudo en la garganta. En ese momento, si se diera la vuelta y le diera la espalda, ese

embargo, si ella se enfrentara

esta noche sería

el labio inferior. En aquel entonces, él era

ahora quería que se convirtiera en un espectáculo de

—finalmente pronunció

era Jason hasta ahora, solo había pasado un mes, pero sentía que había sido mucho tiempo, tan

suavemente y luego bajó la cabeza ligeramente, acercándose aún más a

ella también le gustaba acariciarle el pelo. Siempre decía que la calidad de su pelo era estupenda y que lo envidiaba por

diera cuenta, acariciarle la cabeza antes de dormir se había convertido

pose suya ahora era probablemente porque quería que ella le

Su dedo se hundió un poco en su cabello, acariciando su