¡Mi hermosa esposa es una ex convicta!

Capítulo 425

Grace no pudo evitar pensar: “¿Era ella realmente tan importante para él? Se conocían desde hacía apenas seis meses. ¿Podía ser que sus sentimientos por ella fueran tan profundos?”.

Sin embargo, parecía que Jason no tenía motivos para mentirle.

Ella no tenía nada que ofrecer así que no tenía sentido engañarla ¿verdad?

—¿Estaría bien, hermana? —Jason tenía una voz magnética que transmitía un deseo ineludible mientras hacía la misma pregunta por tercera vez.

—Entonces… cocinaré más cuando tenga tiempo. —Grace volvió en sí y sintió que su corazón latía intensamente.

—Está bien —Jason se rió levemente.

Grace bajó la cabeza rápidamente y recogió las cajas de almuerzo que estaban sobre la mesa. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de cerrar las tapas, siseó y, inconscientemente, retiró los dedos. Exhaló un suspiro de dolor.

-¿Qué pasa? -preguntó Jason ansioso.

“No es nada, es solo mi uña. Me la rompí accidentalmente. La cortaré cuando regrese”, respondió Grace. Aunque normalmente se cortaba la uña,

los últimos días.

habitual.

echarle un vistazo —dijo Jason mientras acercaba su mano. Observó con atención la uña que se había astillado un poco antes—. ¿Es esta? Jason sostuvo suavemente el dedo índice de la mano izquierda de Grace y notó que el borde de

—Sí —asintió Grace.

Jason. Luego, cogió su teléfono móvil y marcó el

se atragantó con su

saliva fue la secretaria que contestó el teléfono. No esperaba que el presidente la llamara y le pidiera un cortaúñas.

pensado cortarse

confundida y desconcertada. Sin embargo, tomó

presidente. Fue entonces cuando vio a Grace sentada en el

cortaúñas que quería. —La secretaria se

puedes irte —dijo Jason mientras le quitaba el cortaúñas.

del presidente. Sin embargo, cuando estaba a punto de cerrar la puerta de la oficina, escuchó

tono… la persona que está hablando… ¿Es ese el

evitar mirar en dirección a su jefe. Lo que vio a continuación fue

Reed estaba cortando las uñas de una mujer. La expresión de su rostro era tan gentil como el tono que había usado antes; era similar a la calma del

pero nunca