Capítulo 638

—Perdóname, Grace. Perdóname pase lo que pase, ¿de acuerdo?

Sin embargo, sólo podía pedirle perdón cuando ella dormía porque no se atrevía a decirlo en su presencia.

Cuando terminó de cambiarle la ropa, la cubrió con una fina colcha y estaba a punto de levantarse cuando los dedos de ella agarraron su manga. Entonces, sus ojos se abrieron. “Te perdono, Jay…

Él se quedó estupefacto. Sus ojos profundos la miraron sorprendidos. “¿Sabía lo que estaba diciendo?”

Las comisuras de sus labios se alzaron como si estuviera sonriendo y sus ojos estaban rojos por el llanto anterior. Formaba un contraste extraño. “Yo… No sé por qué me pides que te perdone, pero te perdonaré. Te perdonaré… Porque… Eres Jay…”

Una vez que terminó de hablar, cerró los ojos cansadamente y se volvió a dormir.

Jason la miró fijamente sin comprender, luego se inclinó y le besó la frente.

—Sí, soy Jason, tu Jay… —murmuró—. Aunque… ¡No me perdones, no te dejaré ir!

Fue porque ella se había vuelto indispensable para él.

siguiente con dolores en la

pasa cuando bebes demasiado! —No pudo evitar cerrar los ojos

de cabeza?” Una voz sonó en sus oídos.

los ojos y vio

Habitación también.

doloroso, pero no mucho”, dijo Grace. En otras palabras, el dolor

resaca. Te la

asintió y estaba a punto de levantarse de la

“¡Yo… yo puedo

dijo. Luego la llevó al baño, preparó la bañera y

sintió como

su memoria estaba

se había subido al coche con

lo que dijo ni lo que le pasó a la extraña

algo extraño? —preguntó Jason sin responder.

palabras. “Está

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