¡Mi hermosa esposa es una ex convicta!

Capítulo 1445

—Grace, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó Kyla Corbyn.

—Martin Weiss me lo contó. —Grace se acercó, respiró profundamente y dijo—: Kyla, hazte la operación. Es tu última oportunidad. Si la dejas, no habrá forma de que te recuperes de tu enfermedad.

“¡Grace!” Kyla Corbyn comenzó a entrar en pánico, temiendo que Nelson se enterara de su enfermedad.

Sin embargo, Grace lo había dicho deliberadamente delante de su hijo con la esperanza de que Kyla Corbyn se arriesgara por Nelson.

“Kyla, sé que estos meses son muy valiosos para ti. Tienes miedo de que una vez que aceptes la apuesta, no tendrás ni siquiera esos meses, pero… si ganas, podrás ver crecer a Nelson”.

Mientras hablaba, Grace hizo una pausa y se tocó el vientre abultado. “Es como si yo también estuviera jugando. Tal vez hubiera sido más seguro si hubiera elegido una reducción fetal, pero como madre, es difícil renunciar a cualquiera de mis tres hijos. Así que decidí arriesgarme por los niños”.

—Kyla, tú también tienes que arriesgarte. Si dejas pasar esta oportunidad, ¿no crees que Nelson se sentirá resentido contigo cuando crezca? Te guardará rencor por no haber aceptado la apuesta y haberlo dejado tan pronto. No tienes nada que perder apostando unos meses en tu contra.

¡varias decadas!”

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Corbyn tembló y miró

sentirá resentido conmigo en el

pero sí entendía una cosa: “Mamá, no quiero que me dejes. Quiero crecer

inmediatamente estalló

pequeño subió rápidamente a la cama y se secó las lágrimas con

puerta de la sala y entró. “Quiero hablar con Kyla a solas. ¿Está

estaba atónita y el pequeño parecía dispuesto a enfrentarse a un enemigo. Aunque su padre había enviado a su madre al hospital, todavía tenía miedo de hacerle daño.

en los ojos, Kyla Corbyn miró a Martin Weiss, que

que estaría mucho más involucrada con este hombre de lo que había imaginado anteriormente.

Dudó un momento antes de decir finalmente: “Mamá, Grace, ¿por qué no sacan a Nelson? Hablaré con él a

voy a salir. Quiero proteger a mamá —dijo Nelson mientras