Capítulo 1134

“Hay otros dos fragmentos que tengo que quitar, así que tenga paciencia conmigo, señorita”. El médico descartó el fragmento manchado de sangre en una bandeja de acero inoxidable y continuó con el procedimiento mientras la enfermera que estaba junto a la cama la sujetaba.

El rostro de Xyla estaba pálido, le castañeteaban los labios y los dientes y tenía la frente empapada de sudor.

Después de sacar la última pieza, la enfermera limpió sus heridas y aplicó anestesia local nuevamente antes de atender sus puntos.

Xyla apartó la cara. Aunque no podía sentir el dolor que sentía cuando el doctor sacaba los fragmentos cuando la enfermera cosía la herida, el escozor que sentía de vez en cuando aún la hacía sisear.

Yorrick irrumpió en la sala. Ni siquiera tuvo tiempo de ponerse la chaqueta y la corbata parecía torcida. Su camisa blanca estaba empapada en sudor y se pegaba a su cuerpo atlético, haciendo que sus músculos bien formados fueran sutilmente visibles.

Se cubrió la cara con la palma de la mano y respiró hondo como si estuviera tratando de reprimir sus emociones internas. Luego caminó hacia la cama después de calmarse.

La enfermera estaba aplicando una gasa en la herida. La espalda de Xyla miraba hacia la puerta de la sala. Su blusa estaba medio desabrochada, dejando al descubierto su hombro y brazo izquierdos. Estaba tan concentrada que solo estaba prestando atención a la enfermera que la estaba curando, y no notó la existencia de Yorrick en absoluto.

Cuando la enfermera estaba lista para irse, Xyla vio a la persona que estaba detrás de ella a través del reflejo en el cristal de la ventana. Se quedó atónita y volvió a mirar a Yorrick. “¿Por qué estás aquí?”

le volvió la

acarició suavemente con la pulpa de su dedo. “¿Dónde más te

trance y apartó su

manga lentamente, pero su movimiento aún afectó el corte en su

necesidad de volver a ponértelo

nuevo. Pero antes de que tuviera tiempo de abotonarse la blusa, Yorrick ya la había sujetado por la cintura, la hizo acostarse y tiró de la

lesiones del

indiferencia: “Él

tampoco moriré”. Xyla apartó la mirada”. No

puso rígida inconscientemente ya que no tenía idea de lo que debería mirar o hacer en ese momento. Sus cálidos labios

la mejilla con la palma de la mano. Deberías descansar un

para dormir un poco. Probablemente porque estaba muy asustada por el accidente, se quedó dormida casi de inmediato. Yorrick sostuvo su palma y miró a la mujer que dormía en la cama que acababa

noche lluviosa y el incidente tuvo lugar en

de todo tipo

y corrió bajo la lluvia

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255