Niña en sus ojos Reina en su tierra

Capítulo 124

Elio se habla arreglado para que pasaran a recoger a Jazmin.

Aunque a Jazmin le molestaba que él tomara decisiones por su cuenta, con el tráfico en hora pico no era fácil conseguir un taxi, así que no se hizo la dificil. Al fin y al cabo, ¿quién iba a decirle que no a un aventón gratis?

Una vez en el carro, Jazmin se acomodo despreocupadamente, cruzando las piernas y sacando su celular para empezar una partida de su juego favorito.

Desde el asiento delantero, Caleb le echó un vistazo a Jazmin que iba sentada atrás, con una sudadera gris con capucha y una cara totalmente al natural. Se le escapó una sonrisa torcida.

¿No estaba vestida muy informal?

Para nada parecia que estaba yendo a una cita, sino más bien como si se dirigiera a dar una vuelta por el parque después de comer.

Comparada con las otras mujeres que se arreglaban de pies a cabeza para ver a Elio, Jazmin parecia no darle la menor importancia, mejor dicho, parecia que no tenia el más minimo interés en él.

Parecía que Elio no la tendría fácil para conquistarla.

Pero bueno, eso también parecia ser culpa de Elio.

Con tantas damas de la alta sociedad haciendo cola por su atención, él no queria ninguna. Su corazón se habla fijado en una chica que no le prestaba atención

masoquismo

En Las Delicias.

su decoración y su diseño de jardines, ocupaba un gran terreno, y además estaba situado en el corazón de la

que admitir que el dueño de este lugar

en el centro de la ciudad que no generaba ganancias? Un lugar que posiblemente no tendria clientes la mayor

Jazmin, por favor sigame.”

un empleado esperando afuera. Apenas Jazmin bajo del auto, la recibieron con cortesia y

con las manos en los bolsillos y una expresión despreocupada,

alrededor con un

dueño de Las Delicias tenia

comida, la decoración

“Señorita Jazmin, el Sr. Elio ya ha llegado y dentro

la vista y vio a

la espera

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Capitulo 124

rasgos faciales definidos y perfectamente

aristocrática. Tenía una taza de café entre sus dedos bien formados, acariciando el borde de la taza y tomando un sorbo