Capítulo 388

*Susana, iya deja de hacer escándalo!” La gerente del establecimiento recuperó la tarjeta y funció el ceffo, con un tono de voz severo, “Pidele disculpas a la señorita de una vez

“¿Por qué tengo que disculparme si no he dicho nada incorrecto? Estoy segura de que esta tarjeta es falsa, si no me crees, ve y úsala ahora mismo. ¡Verás que no tiene dinerol

Susana, la vendedora, se mantenia fime en su creencia de que la tarjeta de Jazmin era falsa y se negaba a disculparse.

Lo gerente,

sin saber qué hacer, solo pudo mirar a Jazmin con una expresión de disculpa: “Lo siento, quizás ella nunca ha visto una tageta asi, entonces…

Jazmin entrecerró los ojos, sin importarle, interrumpió: “Procede con la compra.”

“Claro, claro, un momento por favor” Al ver que Jazmin no le tomaba en cuenta a la vendedora, la gerente suspiró aliviada y rápidamente fue a procesar la transacción.

Susana aún permanecia alli, con el cuello estirado y una expresión de desden, esperando ver si la tarjeta era falsa o no.

Estaba segura de que esa tarjeta no tendría fondos.

Solo esperaba ver cómo algunos se caian de su pedestal.

Magda y Greta tampoco crean que la tarjeta de Jazmin fuera legitima. Ambas, junto con la vendedora, aguardaban con ansias que descubrieran que la tarjeta era falsa. Greta incluso con una expresión de impaciencia, fijando su mirada en la gerente que estaba en la caja registradora.

Pronto, la gerente terminó de proces ar la tarjeta y sacó el recibo.

boligrafo y el recibo en mano, se acercó a Jazmin para

dijo: “Señorita, ya hemos empacado sus prendas, Por

De repente.

Jazmín

de Jazmin y Elio, todos abrieron los ojos in

tarjeta era

vendedora Susana se quedó

cara

recursos, resultó ser una chica realmente adinerada, capaz de

UBS

usuaria de una

solo podia comprar una camisa de su tienda, sino que

ella había ofendido a una cliente tan importante.

ese momento, la vendedora se lamentaba profundamente, maldiciéndose por

y Greta tampoco sabian

de la mentira de Jazmin, pero

de Magda se tomó pálido, incluso más que el de la

cuanto a

cara no se volvió pálida, pero el cambio de color en su rostro era igualmente desagradable.

cómo la vendedora trataba a Jazmin con tanto respeto, mordió sus labios, sintiendo una

opresión en el pecho.

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