Niña en sus ojos Reina en su tierra

Capítulo 599

Kaspar pasó por al lado de él, le echó una mirada y se detuvo un momento: “Cuando la tenías, no la valoraste, y ahora que te arrepientes, ya es demasiado tarde“,

Bosco giró la cabeza, mirándolo atónito.

Después de decir eso, Kaspar se alejó con pasos firmes.

Bosco se quedó parado ahí, viendo cómo Jazmín se alejaba cada vez más, con las palabras de Kaspar resonando en sus oldos.

¿Demasiado tarde?

Incluso sabiendo que se habla equivocado y sintiendo arrepentimiento, ¿era demasiado tarde?

¿Jazmin no les daría otra oportunidad para enmendar las cosas?

En un instante, un remordimiento abrumador lo inundó.

Si pudiera volver al día en que Jazmín llegó a casa, pensó, sabría qué hacer.

Pero ya no tendría esa oportunidad.

Al salir del hospital.

Kaspar vio que Jazmín estaba decaída y arqueó una ceja, diciéndole con una sonrisa ligera: “¿Estás de mal humor? ¿Qué tal si vamos a tomar algo?”

momento, sus oscuros ojos llenos de una neblina fría, y

tono de voz más animado: “Ya tienes dieciocho, eres mayor de edad. No pasa nada por beber un

el alcohol y añadió: “Si te

casa“.

apretó los labios, a punto de hablar, cuando su teléfono vibró un par de veces. Sᴇaʀᴄh thᴇ FindNʘᴠᴇl.nᴇt website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest

la vista hacia el

estaba, un Lamborghini plateado estacionado justo enfrente de la puerta del hospital,

no podía

para tomar fotos

mirar el mensaje de

Sí, te veo.

y guardó el teléfono en su bolsillo: “No,

la calle, entrecerró los ojos y le preguntó casualmente: “Escuché

se sorprendió, sus claros ojos estaban

él

confusión, soltó una risita: “Todos somos del mismo

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era pequeño, llegamos a dudar si es que las

pense que finalmente se fijaria en alguien. Y resulta

cabeza, pensativa, y luego le dijo con indiferencia, “Ah, sí, estamos

se

sin esperar que fuera

saliendo con

Entonces, su relación…

tomo una profunda respiración, forzándose a mantener la calma: “Recuerdo que dijiste

si, eso dije“. Jazmin asintió

“Entonces, ¿por qué…?”