Niña en sus ojos Reina en su tierra

Capítulo 668

“Si va a ser así, no me culpen por no tener pledad.” Rubl, con una voz fría, ordenó a aus guardaespaldas, “Atropen a esa chica.”

Rubi habla Investigado a Jazmin antes y sabia que era bastante buena peleando.

Por eso había traído a varios guardaespaldas especialmente.

Estos guardaespaldas eran miembros de la “guardia personal” de Gautier.

Eran luchadores de primera clase que la familia Cuito había entrenado desde. pequeños, Invirtiendo mucho dinero en ellos.

Por muy buena que fuera Jazmín, no podría superar a profesionales entrenados.

Ahora que estaba en sus manos, quería darle una buena lección a esta imprudente.

En cuanto a Elio.

No creía que Elio se enfrentaría a la familia Cuito por una chica así.

Jovencita

Además, como Jazmin habia lastimado a su hermano, darle una lección era lo justo, y si Elio preguntaba, ella tenía la razón de su lado.

Los guardaespaldas ya estaban listos.

Con una orden de Rubi, varios se adelantaron para atrapar a Jazmín.

Pensaban que era solo una chica y no la consideraban una gran amenaza.

Pero el guardaespaldas que lideraba el grupo ni siquiera había tocado la ropa de Jazmín cuando ella, con una velocidad impresionante, esquivó y le dio una patada en la rodilla.

el sonido de un hueso rompiéndose.

líder gritó de dolor, cayendo al suelo, sosteniendo

sorprendieron al

habían recibido más

uno poda década

problemas.

a cinco o seis hombres robustos

de una jovencita les

173

16.27

asombrada, y des

“Qué

can feeQué

shock, dijo con

las habilidades de Jazmin, no se atrevieron a subestimarla

baja presión rodendola y una mirada

el puño de un guardaespaldas, y con

sordo, y otro guardaespaldas cayó al suelo.

restances cambiaron sus

asustados y sorprendidos al

tan rápida que no podían ver qué movimientos usaba antes de ser

con

asustados y a la vez

y se lanzaron hacia Jazmin.

hizo una zancadilla a uno, golpeandolo fuertemente en el pecho.

ágil movimiento, esquivo y agarró el hombro del otro guardeespaldas, lanzándolo al suelo con un