No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 1

“¡Desfibrilador! ¡Rápido, aumenten el voltaje!“,

“¡Doctor! ¡La paciente está sufriendo una hemorragia masiva, y alguien acaba de llevarse urgentemente toda la sangre tipo A del banco de sangrel“.

La enfermera en prácticas estaba cubierta de sangre, temblando mientras hablaba.

El aire en el quirófano estaba impregnado con el olor de la sangre.

Ella nunca habla visto tanta sangre antes.

En ese momento, una pregunta cruzó su mente.

¿Quién pudo haber llevado toda la sangre tipo A de un banco de sangre de golpe?

La mujer que yacía en la cama tenía el rostro pálido y los labios secos, sus ojos ya empezaban a desvanecerse: “Sebastián Borrego“.

“¿Qué?”

“Sebastián Borrego“.

Esta vez, la enfermera en prácticas lo escuchó, la mujer que apenas podía hablar mencionó a Sebastián.

¡Sebastian Borrego, el empresario más poderoso de Laguna Verde!

El doctor estaba al borde del colapso, erró tres veces el número de teléfono antes de finalmente marcarlo correctamente, y rápidamente le dijo a la persona al otro lado del teléfono: “Sr. Borrego, su esposa está sufriendo una hemorragia masiva, pero alguien se llevó la sangre del banco de sangre. ¡Por favor, venga a ver a su esposa por última vez!“.

estaba impregnada de crueldad, lleno de indiferencia: “¿Todavia no ha muerto? Llámame cuando

“Tut, tut“.

colgada sin piedad.

la mujer

me odias,

verme una última vez?“, pensó ella

“beep” indicó que los signos vitales de la paciente

Sierra sintió como si su alma se separara de

la cama del hospital,

los veintisiete años por una hemorragia causada por complicaciones en

profundamente a Sebastián, siendo la única hija de la familia Sierra, debería haber tenido el

había apostado todo,

ese fue su

lentamente cerró los ojos.

empezar de nuevo, no cometería los mismos

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Capitulo 1

llevarla a una subasta, ¿qué

voz de Camila resonó

vuelta a

jera la casa nueva

de casarse con Sebastián, las veces que lo habla visto podían contarse

mano.

que esta vez Sebastián iba a asistir a una subasta de terrenos y, por apariencias,

había sido hace cinco