No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 57

“Mi televisor 4K ultra HD de noventa y ocho pulgadas!”

Al ver esta escena, Javier se apoyó frente al televisor llorando desconsoladamente. Se giró hacia Fabio y le dijo con furia “¡Eres un desgraciadol Ese televisor me acompañó tantas noches y días, y solo porque estabas de mal humor, jarruinaste mi televisor de noventa y ocho pulgadas! Eres simplemente…”

“Te lo compensare“,

Dijo Fabio inesperadamente.

Javier de repente se sonó la nariz y cambió de tono: “Eres un derrochador sin corazón!”

Fabio no tenia ningún interés en perder el tiempo discutiendo con Javier y dijo: “La señorita Fernanda en la televisión estaba amorosa con su esposo, ¿qué tienes contra eso? Creo que deberias rendirte ya, este es un consejo de amigo“.

“Eso es solo por el show“.

*¿Y acercarse a propósito a Enrique en la escuela también era solo para el show?”

“Ya me lo esperaba“.

Dijo Fabio con frialdad.

Sabía que con un recurso tan valioso como Enrique frente a Fernanda, ella definitivamente tomarla medidas.

Y justo como esperaba, en cuestión de dias, Enrique y Fernanda se conocieron. Esta vez, la familia Huerta también había ayudado a Fernanda, aunque no del todo, pues debian guardar la reputación de la familia Huerta.

desvinculan y difaman a Fernanda, a la familia Huerta también le

Huerta no lo hiciera, probablemente se debía a la

entonces no deberias

tipo

estaba muy seguro de

rodó los ojos.

su tipo, tú eres

dónde saca este hombre tanta confianza?,

de un rato, solo pudo decir:

¡Qué vergüenza!

la familia Borrego, la abuela Borrego se sintió mejor después de ver la conferencia

Fernanda y Sebastián regresaron, vieron a la abuela Borrego pidiéndole a Camila que le preparaça algunos platos

más

ver esto, Sebastián inmediatamente tomó

¿cómo llegaste

mi nieto y a mi nieta politica, ¿qué pasa? ¿Temias que interrumpiera su tiempo

feliz, claramente tomando la interacción en la conferencia de

forzó una sonrisa.

avanzada, le gustaba meterse en los asuntos de los

todos los platos de la cocina a la mesa, y

un