Capítulo 381

La abuela Borrego, con su vestimenta que la distinguia de cualquier otra señora mayor causó tanto aborto que promo

una multitud fuera de la puerta, iniciando un sinfin de murullos y comentarios

“¿Quién es esta mujer? ¿Cómo se atreve a secuestrar al bisneto de alguen?”

“Con lo bien que se ve ¿cómo puede hacer algo así?”

“Hasta a un niño se atreve a hacerle daño, esta mujer es demasiado cruel

Les reproches hacia Femanda no se hicieron esperar, desde que la abuela Borrego habla experimentado la presón pública la utima vez, habia aprendido a utilizarla con efectividad plena

Cuando Marisol volvio con el agua para Femanda, se encontro con que el pasillo del hospital estas lleno de gente, y por més que les enfermeras intentaban, no lograban dispersara la multitud.

Marisol, funosa, exclamó “¿Que están haciendo?!”

Al ver que Marisol era quien se acercaba, la abuela Borrego funcio el ceño y dijo: “Señorita Manso influyente en Laguna Verde, acaso ahora también va a defender a alguien como Femanda?”

“Abuela Borrego, bien sabes que ambas somos figuras reconocidas aquí en Laguna Verde, con esta muchedumbre realmente no me parece apropiado“.

Marisol ya estaba harta de la actitud altiva y maliciosa de la abuela Borrego, quien soltó una risafría y respondió. Temanda sa teda mi nuera que está embarazada. ¿Quién sabe si esta mujer está celosa y pretende dañar al bet

secuestrada por

de tu nieto, estuvo aquí : Femanda, parece que

controlar“.

totalmente absurdo! ¿Cómo mi nuera podria

nuevo amor repr

algo que

se hubiera fugado con otro hombre era algo que, de hacerse público, humillaris a la

no, ¿por qué no lo averiguas tú misma? ¿Qué

abuela Bomego, parece que no estás al tar de que el nuevo pretend Lorena planea criar al bebé de Lorena como si fuera su propio hijo. Parece que el bisnieto de la familia Borgo pronto

“Mentirosal

Borrego se descompuso por completo al

podia simplemente pasar a llevar otro a

otro apellido

la abuela Borrego inmediatamente dejó en paz a Femanda y se marchó

masaje las orejas y dijo: “No tenias por qué perder tu tiempo con esa clase de

esa suegra malvada, que sabe fingir bondad pero en

están tus orejas? Llamare a un doctor para que las

hay necesidad, solo es que gntó muy fuerte y me dejó un zumbido en los

no había sido leve, y Fernanda no pudo entar recordar su vida pasada.

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