Capítulo 389

Javier asomó la cabeza desde la cocina..

Marisol dijo: “Fabio, recuerdo que habías transferido tus activos del extranjero, ¿cómo es que ayer para comprarle productos de belleza a Fernanda usaste la tarjeta de Javier? No podemos explotar a nuestro querido Javier“.

“Esos fondos están reservados para algo importante, por ahora no se pueden tocar“.

Marisol volteó los ojos: “Tanto dinero! ¿Lo estás guardando para cuando te cases o qué?”

Fabio respondió con indiferencia: “Si, algo así“.

Marisol se quedó sorprendida: “¿En serio para tu boda?”

Fernanda se sonrojó e inmediatamente se sentó en el sofá, sosteniendo un vaso de agua, y dijo torpemente: “También tengo hambre, ¿cuánto falta para la comida?”

“¡Ya casi está! ¡Son tres personas pero no hay ni un par de manos para ayudarme!”

“¡Yo voy!”

inmediato y corrió hacia la cocina.

los ojos: “¿Ayudarme? ¡Si no

mí? ¡A ver si te arranco las

que no, claro que no, cómo me atrevería…!”

de Javier y Marisol discutiendo

se sentaba no muy lejos de ella, manteniendo una distancia segura para darle a Fernanda un respiro.

Fabio, que estaba vestido con un simple atuendo de casa, hombros anchos y cintura estrecha. Tenía un físico perfectamente proporcionado.

delicada clavícula y sin el usual abrigo que parecía un uniforme militar, Fabio parecía mucho más

¿Soy tan guapo?”

de repente habló, y Fernanda rápidamente

se volvió más suave: “Entonces me giro para que me veas“.

“¡No quiero ver!”

Fernanda rechazó rotundamente.

sido un gesto involuntario, fuera de control, y cuando

ven a ayudar! ¡Si no, prepárense para comer huevos quemados!”

grito desesperado de Javier desde la cocina, Fabio dijo en voz baja: “Ya voy“.

cocina, y Marisol fue rápidamente apartada por los dos hombres. Marisol

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