No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 570

“Ni siquiera saben quién es el dueño de este lugar y vienen a armar un escándalo, Sra. Conde, parece que realmente te sobreestimé“.

Las palabras de Fernanda hicieron que el rostro de la Sra. Conde se desplomara al instante.

Femanda se inclino para recoger un pedazo de vidrio, fingiendo un suspiro, dijo: “Ay… una botella de vidrio que valla decenas de miles de dólares, asi destruida. Si yo fuera el dueño de la casa, definitivamente estaria muy enojado“.

Dicho esto, Fernanda sacó su teléfono, fingiendo que iba a llamar a alguien.

La Sra. Conde inmediatamente dijo: “Solo son unos cuantos miles de dólares, se los pago y ya, mi familia no carece de dinero“.

Viendo cómo la Sra. Conde pretendía ser fuerte, Fernanda se rio y dijo: “Sra. Conde, no es la familia Borrego, sino ustedes, la familia Conde, quienes rompieron esto. Por lo que deben ser ustedes, la familia Conde, quienes paguen. No puede ser que vaya a quejarse con la abuela Borrego y que ella pague por usted, ¿verdad?”

“Pero…”

unos pocos miles de dólares, ni siquiera vale tanto como el diamante que llevas

elogió a la Sra. Conde a propósito, pero a ella no le agrado para nada, en cambio, se

ese diamante probablemente era falso. La familia Conde en la actualidad ya no era lo que solia ser La llegada de la Sra. Conde fue incluso tres años antes

¿por qué tan

ser molestada por la Sra. Conde, ahora tenía un dolor de cabeza terrible y solo queria irse

que el equipo del programa presente un detalle,

pero no tenía intención de exponerla. En cambio, sonrió y dijo: “Seguro que la Sra. Conde puede pagarlo, fui yo quien se preocupó de más. Si desean esperar aquí a Sebastián, adelante. El equipo del programa vendrá en un momento a discutir conmigo sobre el próximo rodaje del programa. También puede aprovechar y discutir con ellos

que porque Sebastián te protege. puedes menospreciar a los demás! Te lo digo, soy la tía de Sebastián, si te hago algo,

a punto de replicar, pero al mirar por la ventana, vio a Sebastián regresando desde el exterior del patio. Curvo ligeramente los labios y luego dijo

friamente: “Fernanda, esto te lo buscaste!

“¡Entendido!”