Capítulo 621

Sebastián solo sintió un velo de confusión ante sus ojos y lentamente se sumió en un profundo sueño, hasta perder toda conciencia.

La abuela Borrego, mirando a su nieto tendido en la cama del hospital, instruyó a las personas en la puerta: “Quédense aqui cuidando bien al Sr. Borrego. Si el Sr. Borrego despierta y trata de moverse, denle un sedante. De ninguna manera, hasta que su plema esté completamente sanada, no puede dar ni un paso fuera del hospital”

“Si, abuela Borrego“.

Sebastian adormecido pero con su mente aún consciente justo antes de sumirse en el sueño, se dio cuenta claramente de que su abuela, quien lo habia criado desde pequeño, le habia administrado algún medicamento.

Otra vez.

¿Por qué otra vez?

¿Cuándo habia sido la última vez?

si hubiera estado soñando

a su oficina a llevarle comida, buscaba encuentros casuales, y su

iba a notar esos torpes intentos

del Grupo Borrego, la familia de su

su padre al traer una

traería vergüenza a

debía aportar

encaminarse hacia la ruina, tenía conexiones valiosas y venía de una linea de eruditos, una familia con un estatus ligeramente inferior al de los Borrego pero de gran utilidad. Una heredera de tal linaje, dispuesta a ser ama de casa,

de todo, una mujer dispuesta a dedicarse al hogar era más fácil

esposa tan desconocida, no quería volver a casa. Fue en el segundo mes de matrimonio cuando, por casualidad, vio una foto de Fernanda de niña y reconoció a la pequeña con la que se habia encontrado

joven y, viéndola llorar sola, el recuerdo de haber perdido a sus padres lo ablando, así que la

no pudo evitar recordar a la niña llorona de antes. Imaginó que, al crecer, esa niña

inversiones entrenada por la familia Borrego. Pero tres meses después de casarse con Fernanda, ella siempre vela a Lorena como una rival, imitando cada uno de sus movimientos. Esto se convirtió en motivo de burla en Laguna Verde y, por Fernanda,

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