No Soy Tu Bien Desechable

Capitulo 710

Canción tras canción, Femanda tocaba el plano una y otra vez siguiendo la partitura. En este casino, la música era apenas un pasatiempo para relajarse, in captar demasiada atención. La mayoria de las personas estaban sumergidas en la euforia de ganar diners

“Sr. Lobo, la Srta. Fernanda ya termind de tocar todo el pepertorio.” alguien comentó.

“Entonces que lo toque nuevamente“.

Oriol habia estado ahi durante evictantente dos homs, y durante ese tiempo, las manos de Fernanda nunca hablan dejado de moverse.

Los clientes, mas que apreciar in musica del piano, admiraban la belleza de quien locatia.

Aunque solo habian pasado dos horas, ya habia más de diez personas interesadas en negociar un precio por ella con Oriol.

“Sr. Lobo, como usted sabe, soy alguien sin muchos vicios. Así que, digame un precio, a ver cudnto está dispuesto a ceder“,

Un hombre de considerable barriga se acercó a Criol con esta petición.

No estaba claro si Oriol habla hecho esto a propósito, pero se colocó a sólo dos metros de distancia de Fernanda para hablar con el hombre.

es nuestra nueva pianista, sólo

sin saber qué decir, pero entonces vio a Oriol sorrir sutilmente y comentar: “Eso no es del todo cierto. ¿Quién en

dinero adecuado, todo se puede

piano, escuchaba la vulgar conversación de los tres hombres y por un descuido, tocó una nota

nadie en el lugar lo notó, excepto

arqueo una ceja y sugino: “¿Por qué no le pregunta directamente a ella, 5r. Juarez? Veamos

¡Muchas gracias,

emocionado como si hubiera recibido un indulto,

y trató de alejarse instintivamente. Sin embargo, fue inútil y que él le agarró la muñeca, deteniendo la música de repente. Todos los presentes dirigieron su atención hacia

acariciando las manos suaves de Fernanda y diciendo con locura “Cariño, sólo dime, ¿cuánto dinero quieres? Puedo darte lo que sea, sóla ven conmigo esta noche y tendrás lo que

pero notó la mirada

verdad me darías lo que yo

supuesto, no hay nada que la familia Juárez no pueda ofrecer en San Cristóbal Alto

una

todo para

joyas hermosas“.

te