No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 759

Inmediatamente, entre exclamaciones de sorpresa, Catalina arrojó el champán que tenia en la mano directamente a la cara de Fernanda.

“Catalina!”

La cara de Oriol se oscureció, y de inmediato, puso a Fernanda detrás de él y dijo filamente: “Sube ya!”

Catalina ignord a Oriol y, en cambio, miró a Fernanda, quien se escondía detrás de él, y dijo:

“Escuché que eres de Laguna Verde, ¿y que tu familia cayó en quiebra hace poco, verdad?”

La voz de Catalina era tan melodiosa como la de un ruiseñor, pero sus palabras estaban llenas de sarcasmo.

La gente alrededor estaba ansiosa por saber quién era realmente Fernanda.

Alver que Catalina no hacia caso a sus palabras, la cara de Oriol se volvió aún más sombría, y su mirada hacia Horacio se enfrió repentinamente. Horacio temblaba, al ver cómo actuaba Catalina en ese momento, se lamento inmensamente haberle dado a Catalina el estatus de la hija de la familia Ojeda.

una buena alianza con la familia Lobo, había terminado criando

excusa para echarla de la casa. Pero ahora que las cosas habían escalado tanto, ¿cómo iban a resolver estelio?

atmósfera se volvia tensa, Horacio tuvo que armarse de valor, correr hacia Catalina, agarrarle el brazo y decir: “Tu herida

“¡No me voy!”

la mano de Horacio y, con interés, se acercó al oldo de Horacio y dijo: “Papa, ¿qué pasaría si revelo aquly ahora todos sus secretos? ¿Oriol se enfadaria

No te atrevas!”

se desesperò

a Catalina precisamente porque sabia

debía en gran parte a las

trapos sucios de la familia Lobo y

de prestar atención a Horacio y en su lugar miró hacia Oriol y Fernanda. Su boca se curvo en una sonrisa coqueta y llena de encanto: “Señorita Fernanda, no se tome a mal, solo estaba hablando por hablar, Oriol siempre ha tenido un gusto muy

elevó la voz, haciendo que la gente alrededor asintiera y se uniera a ella

dia para la colaboración entre la familia Ojeda y la familia Borrego. He preparado especialmente una pieza de plano para el señor Borrego, esperando que sea de su agrado“.

acercó lentamente a Sebastián, con palabras y miradas llenas de provocación hacia él.

la de Sebastián, diciendo: “Señor

Sebastián no se nego y siguió a Catalina