Capítulo 818

Al día siguiente, Lorena llevaba ya dos días atada a la cama. Durante esos días, Sebastián no le llevó comida ni agua de manera regular. Su boca seguía sellada, y hasta para las necesidades más básicas, no tenía más opción que hacerlas en la misma cama donde estaba atada.

El olor en la habitación era insoportable, y Lorena estaba al borde de la locura por la tortura.

Justo en ese momento, se oýeron pasos fuera de la habitación.

Camila intentó abrir la puerta, pero fue imposible.

“¡Mmm! ¡Mmm!”

Lorena luchaba, tratando desesperadamente de hacer ruido para que la persona afuera de la puerta pudiera escucharla y salvarla, pero pronto, úna voz rompió su esperanza.

“Camila“.

La voz de Sebastián era fría, y Camila, sorprendida, dijo: “Señor, anoche no estuvo usted aquí, quise venir esta mañana a limpiar la habitación…

“De ahora en adelante, nadie aparte de mí puede entrar a esta habitación“.

“Pero, ¿y la limpieza?”

encargaré yo

a Camila un poco desconcertada, pero como eran órdenes del jefe, no tenía más remedio que obedecer. Camila dijo: “Por cierto, señor, la Srta. Lorena ha estado ausente

quiero que vuelvas a mencionar

“…Sí, señor“.

“Puedes irte“.

alejó silenciosamente del

vez que Camilà se fue, Sebastián sacó la llave y abrió la puerta, encontrándose con el

puso una mascarilla y guantes. Luego, arrancó la cinta de la boca de Lorena y

en una situación lamentable, bebiendo agua desesperadamente como si

a forzar en su boca

Lorena tenía mucha hambre, apenas probó eso se sintió

esto… qué me

vomitar, pero Sebastián simplemente dijo

escuchar que era residuos, Lorena empezó a vomitar sobre

observó la escena con indiferencia y Lorena intentó gritar hacia la

de que pudiera terminar, su boca

con pánico, implorándole con

mal para merecer ese trato por parte

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