Capítulo 877

Mercedes estaba decidida a echar a Fernanda.

Ayer no había podido enfrentar a Ludovica delante de Oriol, pero hoy, Fernanda tenía que irse!

“¿Así que quieres que me vaya? Bueno, me voy entonces“.

Fernanda camínó hacia la puerta a propósito, pero antes de que pudiera dar dos pasos, la voz de Oriol resonó desde arriba: “Detente“.

Al ver que Oriol la detenía, Mercedes dijo insatisfecha: “Oriol, ¿qué quieres decir? Te dije que se fuera, ¿no me escuchaste?”

“La Sra. Rivera es una distinguida invitada de la familia Lobo, sería muy descortés dejarla ir así“.

Oriol bajó del segundo piso y le dio una señal a Pascual, quien se acercó y colocó una manta sobre los hombros de Fernanda.

Oriol propuso: “Justo esta noche tengo que salir, podríamos enviar a la Sra. Rivera a casa. ¿Qué le parece, Sra. Rivera?

Fernanda no dijo nada.

Mercedes

Mercedes miró a Oriol, luego a Fernanda y dijo molesta: “Oriol, ¿te has vuelto sordo? ¡Dije que se fuera ahora!”

fría de Oriol la hizo sentir intimidada, haciendo que las palabras que

Ludovica intervino de inmediato: “El Sr. Lobo tiene razón, sería muy descortés dejar ir a la Sra. Rivera así. Mejor que el Sr. Lobo envíe a

“Pero…”

cuando regresemos por la noche, la Sra. Rivera ya se habrá ido. ¿Qué te

ceño: “Solo por ti no hago un escándalo, si no, ya la

echado“.

una sonrisa.

bajó la voz y dijo: “¿Todavía no vas a subir? ¿Quieres

ya que nadie me quiere aquí,

manta sobre ella y, de manera provocativa, miró atrás a

gesto de Fernanda la enfureció aún más, se levantó y dijo: “Fernanda!

“¡Mercedes! ¡Mercedes, cálmate!”

casa ajena, espero que mi

escuchar estas palabras de

temía a nada, excepto a

oídos del abuelo Parra, la

cuánto adoraba el abuelo Parra a su hija, definitivamente no dejaría que Mercedes se casara con alguien como Oriol.

Mercedes no

habitación y le dijo a Tula afuera: “Vigilala, saldremos a las ocho en punto

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