No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 934

Rápidamente, la llamada fue atendida, pero la persona al otro lado del teléfono no era Oriol, sino Pascual.

Pascual habló con un tono frío: “Srta. Ludovica, nuestro jefe ya debe haberle dicho que si sigue insistiendo, él definitivamente la tratará como un problema y se deshará de usted“.

Ludovica sorprendida, no esperaba que ese número de teléfono no fuera de Oriol sino de Pascual. El número que Oriol le había dado, había resultado ser solo el de uno de sus subordinados.

Pero en ese momento, Ciro estaba mirándola fríamente a un lado y Ludovica solo pudo tratar de mantener la calma y dijo: “Sr. Pascual… por favor, pásele a Oriol el teléfono, se lo suplico, tengo algo muy importante que decirle“.

“Nuestro jefe no está interesado“.

Justo cuando Pascual estaba a punto de colgar, Ludovica dijo rápidamente: “¡He sido secuestrada! Ciro dijo que si no se paga un rescate de dos mil millones de dólares, ¡me matará!”

“Srta. Ludovica, permítame decirle algo más, usted y nuestro jefe ya rompieron el compromiso, así que no importa si son dos mil millones o doscientos, no tiene nada que ver con nosotros“.

Escuchando lo que Pascual dijo al otro lado del teléfono, el rostro de Ludovica se volvió pálido en un instante. Mientras tanto, Ciro, al escuchar que Ludovica ya había roto el compromiso con Oriol, dijo fríamente: “Entonces… ya no sirves para nada“.

“¡No! ¡No me mates!”

y Fabio pagaría cuatro mil millones por Fernanda, pensé que al menos tendrías un valor de dos mil millones

“¡Sin Oriol… aún está Fabio! Fabio prometió

otro lado, Pascual escuchó la noticia de que Fernanda también había sido secuestrada y

familia Lobo, Oriol acababa de entrar desde, fuera y preguntó: “¿Qué quería Ludovica?”

que Oriol había regresado, Pascual inmediatamente

usted, jefe, se hiciera

sin darle mucha importancia,

“Si, jefe“.

bloqueó el número de Ludovica.

volver a San Cristóbal

tenía lugar en el extranjero, la familia Parra había hablado de una colaboración pero solo eran palabras de cortesía, y

de traidores dentro de la compañía, también había reorganizado el Grupo Rivera de arriba

de raiz por Rogelio, ese incompetente. Si no se iba ahora, temía quedar a merced de

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y preguntó: “¿Nos vamos