No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 984

Sebastián nunca habia sido de los que huían ante las adversidades, pero Liberto parecia sinceramente preocupado al decir: Si la Sra. Rivera no me cree, podría mandar a alguien a la estación de policía para verificar. En efecto Sebastián ha huido, el señor ya ha enviado gente tras él. Mientras no salga de Laguna Verde, todo se puede manejar“.

“Cariño, ¿el auto aún no ha llegado?”

Detrás, Fabio apareció cojeando. Al ver esta escena, la expresión de Liberto se descontroló por un momento, pero rápidamente se compuso y dijo: “Sr. Fabio, el señor me ha pedido que los escolte a ambos de regreso a casa“.

“Oh, te lo agradezco“.

Fabio le lanzó su bastón a Liberto, y luego, sosteniendo a Fernanda, le dijo:

“Cariño, me cuesta caminar, ¿puedes ser mi apoyo?”

Fernanda miró a la mano con la que Fabio la sostenía y luego a Fabio, quien la miraba con ojos llenos de cariño, y finalmente dijo: “Fabio, compórtate. Todavía estoy molesta contigo, ¡cuidado si llego a abofetearte!”

escuchar esto, Fabio puso cara de lástima, pero luego miró a Liberto y volvió a su expresión habitual: “Mi esposa está de mal humor, no menciones cosas que puedan molestarla. Ve por

ordene, Sr. Fabio“,

fue, Fabio se apoyó débilmente en Fernanda y dijo: “Cariño, de verdad

ofreció su apoyo y dijo: “Sebastián fue llevado por la gente de la familia Borrego, definitivamente hay algo raro aquí. Anoche eché a la abuela Borrego, ¿cómo es posible que hayan venido a rescatarlo tan pronto? Y conociendo el carácter de Sebastián, él

de mí y no temes que me

no hablo de él no te pondrías celoso? Solo estoy analizando

Mi conciencia está

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de tema. ¿Acaso sabes

sospecha, y Fabio

que lo descubrirías“. Sᴇaʀ*ᴄh the ꜰindNʘvel.ɴet website on Gøøglᴇ to access

está pasando?”

Fabio, usted no está

sentarme junto a

se sentó de primero

cabeza, resignado y Fernanda continuó: “Entonces,

diez minutos, si hay baches, por favor, Sr. Fabio,

ceño: “Liberto, ¿acaso no conduces muy suavemente?”

vez no sea así“.

aceleró y el auto comenzó a sacudirse.