Capítulo 1100

Al escuchar a Fernanda decir eso, Jeronimo se apresuro a subirlas escaleras corriendo y gritando constantemente “¡Mercedes! ¡Si te atreves a llamar, estás

murtal

Fernanda bajó los cubiertos al ver esta escena. Antes temía que Rogelio estuviera fingiendo, pero ahora podia asegurar que la persona frente a ella no era Rogelio. Jeronimo, con su inocencia, era fácil de engañar y no parecía ser alguien capaz de idear conspiraciones, lo que era una buena señal.

‘Ding ding

De repente, un mensaje desconocido llegó a su teléfono. Fernanda miró hacia abajo para abrir el mensaje, que decía que se encontraran en el aeropuerto en una hora. Aunque solo había unas pocas palabras, Fernanda pudo deducir que era de Cristal.

hacia abajo: “¡Fernanda! ¿Podrías controlar a tu gente? ¡No

información de los comerciantes de San Cristóbal

Jeronimo volvió a gritarle a Mercedes: “¡Niña tonta! ¡Voy a romper

sería, ya no podía soportarlo más. ¡Nunca debió haber aceptado que Mercedes

que salir un momento, recuerda enviarle la cena a

de pasos hacia la puerta, pero luego se devolvió, insegura, y dijo: “Te daré mil

“¿Qué?”

cierto, al Sr. Lobo no le falta ese dinero, jasí que me llevo los

Fernanda salió por la puerta, llamando casualmente a dos matones del

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Lobo para que la

miraron confundidos Iban o no iban?

Fernanda era una invitada importante traída

San Cristóbal alto. Sᴇaʀᴄh thᴇ FindNʘᴠᴇl.nᴇt

puntualmente en su vuelo y se sentó con Feranda en un bar cercano. Cristal fue precavida y llevó consigo dos guardaespaldas, ambos

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