Capítulo 158

“Sr. Santander, por favor alejate de mi. Creo que me invitaste a desayunar. Sabrina trató de evitar que la ola de mortificación la inundara y enrojeciera sus mejillas mientras empujaba con fuerza contra la forma imponente de Fernando.

Pero ella no era rival para el joven fuerte.

La joven quedó atrapada en el abrazo de los fuertes e inflexibles brazos de Fernando.

Apenas podia moverse en absoluto.

Su suave cuerpo estaba presionado con fuerza contra su firme pecho. En medio de su lucha, no pudo evitar frotarse contra el hombre. Su toque encendió algo en Fernando.

Los ojos oscuros de Fernando eran como un abismo. Un extraño fuego oscuro ardia en ellos. Sus ojos no tenian nada más que el reflejo de Sabrina. ¿Qué le había hecho la mujer? ¿Por qué no podia dejarla ir? Parecia haber perdido el control de sus propios brazos.

Fernando no se había dado cuenta del poder que la joven tenia sobre él hasta ahora.

Sus pensamientos permanecieron enraizados en Sabrina mientras sus brazos la rodeaban con más fuerza.

Cómo deseaba poder devorarla viva y hacerla parte de él.

los

cuerpo firme del hombre. Podía sentir algo clavándose

ferozmente por liberarse de los brazos de Fernando. “Sr. Santander, por favor dejame

voz se volvió ronca y baja. Bajo la cabeza y se inclino. Sus labios se cernieron sobre los de Sabrina. Era como si el fuera a abalanzarse y obligarla a besarla

¿Leche?

se quedó completamente en blanco cuando escuchó lo que Fernando había dicho. Todos los pensamientos huyeron de

acababa de percibir el olor a leche en

amamantando. Eso explicaba por

conclusiones que Fernando podría terminar sacando si ella no intentaba alejarse de el en ese momento. Empezó a luchar con una creciente desesperación. Pero cuanto más luchaba, más fuerte la rodeaban los brazos de Fernando. De alguna manera, logró liberar uno de sus brazos. El hombre pellizcó la suave barbilla de Sabrina y se inclino. Sus labios se acercaron a los de Sabrina. Apenas estaban a una pulgada de distancia. Más cerca y estarían besándose. “Milisegundo. Bracamonte…

amante generoso. Tu puedes tenerlo. Tomalo como

no estaba interesada en

no era una prostituta que vendia sexo por favores o dinero. Al insinuar que podia comprarla con un regalo caro, Fernando la insultaba de la peor.manera posible. Desafortunadamente, ella no era

esperaba eso en absoluto. Sorprendido, su agarre sobre Sabrina se

parecia imperturbable. Se veia exactamente como lo que era. El tipo que era dueño del lugar. No

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