Capítulo 221

En el momento en que Joaquin vio a Fernando, le pareció como si hubiera visto a su salvador. Fernando lo había ayudado a vengarse de un maton gordo antes, por lo que no le tenia ningun miedo. Al contrario, se sentia muy cerca de Fernando y queria contarle lo sucedido.

Sabrina estaba preocupada de que Joaquín pudiera revelar su tapadera sin darse cuenta, por lo que rápidamente le tapo la boca y dijo: “Sr. Santander, gracias por preocuparte tanto por los hijos de mi prima.”

Sabrina trato de hacer retroceder a Joaquin mientras hablaba, pero Fernando era un hombre, por lo que pudo esquivarla sin esfuerzo incluso con Joaquin en sus brazos.

Después de no poder recuperar a su hijo, Sabrina se puso ansiosa, “Sr. Santander, por favor devuelvele el niño a mi tia“.

“Por qué tanta prisa? Me llevo bien con Nate“, dijo Fernando en voz baja mientras limpiaba las lágrimas de los ojos de Joaquin con el pulgar.

Elena levantó rápidamente a Carmen y la cargó primero.

Todo lo que Joaquin podia pensar era en comida. Ahora que tenia a Fernando apoyándolo, señaló la canasta de frutas sobre la mesa. “Quiero… bana” Joaquin era incapaz de pronunciar bien los plátanos y solo podia decirlo a medias.

Fernando se dio cuenta rápidamente y le sonrió con indulgencia a Joaquin antes de volverse para preguntarle a Sabrina: “¿Quién envió la canasta de frutas?“,

Sabrina no sabia qué decir.

Importó?

lo compre. Sabrina quería evitar

del Sr. Hamilton?” Fernando desvió la mirada antes de decir de repente: “Vamos. Vamos a comprarle unos

quedó

¿Fernando estaba loco?

hijos. ¿Por qué debería ella

tia? Después de todo, son los hijos de mi prima. Si honestamente te gustan los niños, puedes casarte y tener tantos como quieras. Estás seguro de que es una buena idea que sigas tratando de llevarte a los hijos

de la prueba de paternidad, tengo todo el derecho a sospechar que Nate y Dora son mis hijos“, respondió Fernando

explotar. Elena estaba tan petrificada que no

mala idea ofender a Fernando. Resultó que no solo

embargo, era imposible para ella llevarlo. El hombre media seis pies de alto mientras que ella solo

falsificar los resultados de las pruebas de paternidad?” preguntó

dijo con calma: “No falsifiqué nada. Nada puede cambiar el hecho de que no son tus

los labios y dijo con firmeza: “Es

se quedó sin palabras. Ella no queria que él siguiera insistiendo

su mano mientras decia: “Sr. Santander, vamos a por unas frutas. Tengo algo de qué hablar contigo.Books Chapters Are Daily Updated Join & Stay

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