Capítulo 9

Evrie se quedó con los ojos abiertos como platos, incrédula mientras lo miraba fijamente.

Había sido extremadamente cuidadosa con ese asunto, hasta para hacer llamadas buscaba un rincón apartado, ¿cómo podría saberlo?

-¡No he hecho nada, no hables sin saber!- exclamó Evrie, mordiéndose el labio, temerosa de que algo saliera a la luz y sin ganas de seguir discutiendo, se dio la vuelta para correr hacia las escaleras.

Zeus la agarró del brazo de un tirón, trayéndola de vuelta sin esfuerzo.

-No corras, sé que necesitas plata, y yo tengo de sobra. ¿Qué tal si hacemos esto? Pasa una noche conmigo y te doy diez mil pesos, ¿qué me dices?-

Evrie no esperaba que él fuera tan directo.

Su rostro se volvió pálido en un instante, una sensación de humillación y menosprecio invadió su ser.

Incluso después de que ayer se había vendido y aquel hombre la había tenido bajo su peso, haciendo de las suyas, no se sentía tan avergonzada como ahora.

Se sacudió para liberarse de la mano de Zeus.

-Ya no necesito dinero, no vuelvas a buscarme.-

Dicho esto, huyó desesperadamente hacia su dormitorio.

Desde atrás, le llegaba la voz provocadora del hombre-Puedes correr todo lo que quieras, te estaré esperando para cuando vuelvas a mí.-

Evrie apretó el pequeño paquete de medicinas que llevaba en la mano y aceleró el paso.

su dormitorio, su corazón seguía latiendo

luego, con el estuche de medicinas en la mano, se

vendido sus óvulos.

había salido a la

¿Cómo había sucedido?

explicación. La única persona que sabía era

y distante del hombre y

más,

Farel y le envió un mensaje-¿Hola?-. Al instante, apareció

¡La había bloqueado!

la pantalla durante un minuto antes de

que ver con ella, probablemente

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de dinero parartermajar con lo de esa

y silenciosasnemetcetera la aplicación de

Alguien golpeaba la puerta Evivya tete mamele Necesito usar

las rucciones, tomó dos pastillas y

Ariana, estaba esperando fuera y al vial,

hoy no fuiste

y rara vez sela vela entellatorano crurante el

y pedi el día libre.-

una excusa, se sentó en el escritorio y luego se metele ellos docucientos.

y también trabajaba ampo parciaken

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