La guerra había estallado.

Los disparos retumbaban en el exterior, acercándose cada vez más, como si el campo de construcción fuera su objetivo.

Una nube de pólvora envolvía el aire, y el ruido de las armas era ensordecedor.

En la obra, todo se volvió un caos, los trabajadores corrían despavoridos como moscas sin cabeza, luchando desesperadamente por escapar.

Cuanto más caos hubiera, mayores eran las posibilidades de huir.

Evrie se tapaba los oídos mientras arrastraba a Anita para correr hacia afuera en medio del tumulto.

Pero el guardaespaldas que las vigilaba era especialmente diligente, las encerró en la oficina y luego se fue con su arma al frente de la batalla.

Durante el intenso enfrentamiento, Evrie creyó escuchar a dos guardias hablando en voz alta afuera.

—¡Carajo, son las fuerzas oficiales las que están atacando! —

—¡Nos tienen rodeados! —

¿Las fuerzas oficiales?

Un escalofrío recorrió a Evrie, como si viera una luz de esperanza.

¡Parecía que los grupos armados locales estaban enfrentándose a las fuerzas oficiales!

Mientras que ellos estuvieran distraídos con el tiroteo, ¡ella tendría la oportunidad de escapar de ese lugar!

Pronto, todo se quedó en silencio afuera, los guardias habían desaparecido y la puerta estaba firmemente cerrada. Evrie no podía salir.

—¿Qué hacemos, qué hacemos? — Anita, aterrorizada, se cubría las orejas y las lágrimas le caían a raudales, temblando de miedo con cada disparo.

Evrie también estaba asustada.

Pero luchaba por controlar su miedo, sujetando firmemente la mano de Anita.

sótano en esta oficina que lleva al calabozo de

ojos de par en

hubiera

el destino? ¿Podremos salir, verdad? — le

que sí—,

pasadizos secretos, porque las otras tareas eran demasiado

ahora

tapa de metal que cubría el acceso

estaba lleno de barro y polvo, Evrie

Anita la siguió.

pasadizo era irregular, con altibajos que las hacían tropezar y tambalearse en la oscuridad. Tras un

así que

del exterior se intensificaban, ya no había tiempo que perder.

hombros, luego buscaremos una cuerda para que me jales. ¡Rápido!

dudó un momento —Pero

aquí, por favor, tienes que sacarme

puso su pie

bien, yo subo

una esquina remota de la obra, sumida en la oscuridad,

tumbó en el suelo y gritó hacia

aquí, voy a buscar una

—¡Vale! —

de herramientas había

y corrió hacia

era larga y estaba enrollada y amarrada. Con gran esfuerzo, Evrie logró sacar una cuerda fuerte y corrió hacia el calabozo

de la bodega y acercarse al

Anita en el suelo, y Zeus, el líder, apuntaba a la cabeza de

está Evrie?

lo sé, ella se

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255