Evrie no entendía lo que decía su padre.

—Papá, ¿de qué estás hablando?— preguntó confundida.

Pablo no pudo contenerse más y soltó toda la verdad.

—En aquel tiempo, yo era solo un peón de la finca, y Leandro me dio un montón de plata para que llevara un bulto al monte detrás de la hacienda. No supe qué era hasta llegar allá: era un saco con un hombre muerto.—

—Vi con mis propios ojos cómo mataban a aquel hombre, pero no me atreví a denunciarlo. Además, me dejé llevar por la avaricia y acepté su dinero para callarme. Días después, esos mismos tipos intentaron atropellarme. Si no hubiera sido por salvar a Evi, me habrían matado; el carro venía directo hacia mí.—

Pablo lloraba desconsoladamente mientras miraba a Evrie con remordimiento.

—Evi, tú salvaste la vida de tu papá.—

—Boom———

La cabeza de Evrie zumbaba.

¿Qué estaba pasando?

¿El accidente de su padre no fue su culpa?

Toda la pobreza y desgracia que siguieron en su hogar no ha sido por ella.

Ella no era la mala suerte personificada.

Pero… había llevado esa culpa durante tantos años.

Odiada por Marcela, por Óscar, durante más de una década. Incluso ella misma se había culpado todo ese tiempo.

Evrie miró a Pablo, atónita, y preguntó: —¿Por qué no dijiste la verdad en ese entonces?—

¿Por qué?

¿Por qué había permitido que Marcela la golpeara y maldijera día tras día, durante tantos años?

¿Por qué no dijo nada cuando no tenía nada que comer, cuando la arrastraban al frío de la nieve para que se las arreglara sola, cuando Marcela la golpeaba hasta dejarla con moretones y sangrante…?

nunca

se atrevía a mirarla, bajó la cabeza lleno de

quedaba paralítico, temía que me pidiera el divorcio.copy right hot novel

caminar, solo me quedaba este hogar,

y dejaste que yo soportara sus maldiciones y su furia? ¿Es eso?— Las lágrimas de

había dicho lo que él tenía

solo tenías que aguantar y ya, pero si supieran

guardado durante más de una década, temeroso

ahora, al saber que Leandro había huido al extranjero y

lo que más pesaba era

no podía

una a una, cargadas de años de injusticia

cerró los ojos, sus dedos

Leandro la encerró en el sótano, amenazándola con hacerla desaparecer,

empujaron al mar, incierta de su destino, no

Marcela le lanzaba bofetada

fluían incontrolables,

¿lo que dices… es verdad?— Marcela estaba igualmente conmocionada, mirándolo sin saber qué

Marcela le

—¡Pablo, maldito seas!—

ya no tenía ánimo para

Se fue desolada.

Marcela

rumbo, sintiéndose vacía por

que su padre

tuviera todo el cariño del mundo, al menos tenía a su

era una persona

Pero ahora…

en un

¿Qué le quedaba realmente?

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255