La sonrisa de Olivia se esfumó de repente, mirando a Farel con una sensación indescriptible.

—¿Tanto te gusta ella? ¿Ni siquiera puedes fingir un poco delante de mí?—

—Sí, desprecio fingir y me cansa tener que actuar contigo como si nos amáramos.— La voz de Farel era fría y sus palabras eran sinceras —Lo nuestro no es más que un trato. Podemos casarnos, pero sin sentimientos. Puedo prometerte no tocarla, pero también te pido que te contengas y no hagas cosas que nos hagan infelices a los dos.—

Olivia mantenía la cara tensa y fría.

—Farel, cuanto más actúas así, más me preocupo. ¿Será que mientras ella exista en este mundo, seré de tu desagrado, y no me echarás una sola mirada mientras ella no desaparezca?—

Al oír esto, los ojos de Farel se afilaron como cuchillos.

Lo miró fijamente y dijo despacio —Si algo le pasa a Evrie, iré a ajustar cuentas con la Familia Da Silva primero.—

—Si te atreves a tocarla, aseguraré que la Familia Da Silva nunca se recupere. Si no puedo tocarte a ti, puedo tocar a otros de tu familia, como tu abuelo, tu madre, tus hermanos.—

—Me estás amenazando.— La cara de Olivia se oscureció, mostrando una fealdad extrema —Te amo tanto, y sin embargo, ¿tienes que amenazar a mi familia una y otra vez?—

—Veamos si te atreves a sacrificar los intereses de toda la Familia Da Silva por tu llamado amor.—

Olivia se quedó atónita por un segundo, luego sonrió con sarcasmo —Farel, eres muy cruel.—

—La crueldad es mutua.—

Farel soltó esas palabras y se dio la vuelta, saliendo del patio de la villa.

Después de unos pasos, se detuvo y sin volverse dijo —Ah, y esa ayuda que le diste a Leandro para que irrumpiera en el hospital militar de la región del Triángulo Norte y secuestrara a Evrie, espero que solo sea por tus celos y no porque él y la Familia Da Silva estén en algo turbio.—

Olivia se quedó rígida.

El sudor frío brotó de sus palmas.

¿Sabrá algo?

que pudiera preguntar, la figura

sintiendo

astuto, aterradoramente astuto.copy

firmeza frente al

agradeció y abrió la puerta para salir, viendo que Joan también bajaba

—Señorita Evrie, permítame acompañarla.—

negar con la cabeza —No es necesario, estoy

sonrió —No se preocupe, también tengo que hacer

entraron juntas

puesto y su jefe Diego corrió desde lejos

fue en tu primera visita? ¿El cliente

de requisitos en su teléfono y asintió

de hablar cuando

se

había echado

se quedó

proyecto con determinación y

evitar más

esto en nombre del Sr.

una pequeña

despedirse y regresar, Evrie se sintió algo

siento, no logramos

escucharlo, Evrie se sintió aún más

si realmente había

se

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