Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

¿Nunca se pierde la esperanza por completo?

¿Acaso pensaba pasar toda su vida anhelando a Evrie en su corazón?

¿Iba a compartir la cama con ella, cada uno perdido en sus propios sueños?

El rostro de Olivia era una máscara de disgusto.

Con tono sarcástico preguntó: —Tú no puedes olvidarla, ¿qué he hecho yo entonces? ¿En qué me equivoqué? —

—Deja de fijarte en Evrie, no la busques más y así evitarás todas estas humillaciones—, le advirtió Farel con frialdad.

—Aquí va mi último consejo: Cuando ves a Evrie, mejor toma otro camino. Si no, todas esas trampas que le pones, te las devolveré una por una. Solo acepté casarme contigo, pero no soy ningún títere inservible. Si tengo que luchar, lucharé. ¿Entendido? —

Sus palabras eran demasiado directas, demasiado hirientes.

Sin dejar espacio para la cortesía.

Olivia apretó sus dedos hasta casi quebrar su manicura.

Había salido con Farel por varios años y sabía que él siempre había sido así, directo.

Cuando estaban de novios y otras mujeres intentaban acercársele ocultamente, Farel siempre las rechazaba con contundencia, protegiéndola a ella.

Le daba toda la seguridad que necesitaba.

Ahora, todas esas lanzas y espadas que antes la defendían, se volvían contra ella sin piedad.

Sentía agravio, dolor, frustración…

sintiendo un

como él, tan astutos y

lúcidos que era aterrador, jamás permitiendo

la primera vez que se sentía tan impotente.copy

prometido, imposible

…

Llegaron al siguiente destino.

carro SUV se detuvo en

a Evrie: —Vamos, baja. Nunca has ido al zoológico, ¿verdad? Hoy te

—¿Cómo sabes que

—¿No dijiste que es tu familia de campesinos? Con suerte tienen para un buen

Evrie—… —

Había adivinado justo.

brazo y la ayudó

segundo siguiente, el carro detrás se detuvo y Farel emergió, su rostro noble y distante apareciendo

Evrie—… —

la cabeza, evitando cruzar miradas con

campo verde sin fin, árboles altos y algunas jirafas paseando,

Evrie no tenía ganas de admirar

minutos distraída, sintió una mirada en

tiró de la ropa de Valerio: —¿Podemos volver? Ya